Este Primero de Mayo, me viene a la memoria la conceptualización de democracia burguesa que describe el canta autor chileno Ángel Parra: “La democracia es linda… permite que el pobre y el rico de igual a igual tengan los mismos derechos cuando llaman a votar… permite apreciar el arrollador avance del que tiene libertad para exprimir a unos cuantos y aumentar su capital”.
El Primero de Mayo es una fecha que recuerda el sacrificio de los obreros explotados por el capitalismo en todos los pueblos del mundo. A los obreros ejecutados en Chicago, por demandar la reducción del horario laboral a ocho horas y el mejoramiento de las condiciones de trabajo. A los obreros y trabajadores que derrotaron el “zarismo ruso” en 1917. La gesta heroica del proletariado guayaquileño masacrado y arrojado al Rio Guayas el 15 de noviembre de 1922. A los trabajadores del Ingenio Azucarero Aztra, que por exigir el cumplimiento del contrato colectivo fueron asesinados en octubre de 1977. Al pueblo que a diario en su afán de sobrevivencia, enfrenta una lucha encarnizada contra el Estado neoliberal.
Esta fecha también nos recuerda el surgimiento, avance y división del movimiento obrero ecuatoriano. En 1938, auspiciada por la iglesia, se funda la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Católicas CEDOC. En 1945 al calor de la “Gloriosa de Mayo” y patrocinada por el Partido Comunista surge la Confederación de Trabajadores del Ecuador CTE. En 1962 nace la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Sindicales Libres CEOSL organización vinculada directamente a la CIA. En 1981 surge el Frente Unitario de Trabajadores FUT. En el año 1982 aparece la Unión General de Trabajadores del Ecuador UGTE. Por último, el Presidente Correa, en el año 2014 funda la Central Única de Trabajadores CUT, que agrupa a organizaciones serviles al gobierno con el objetivo de pisotear los derechos y conquistas laborales, la libertad de expresión, boicotear las reivindicaciones sociales y la lucha y protesta popular.
La ambición de las élites, los banqueros, los empresarios especuladores y no pocos funcionarios corruptos que se afanan por seguir acumulando riquezas y poder a costa de los esfuerzos de los trabajadores, es bloquear la organización popular y postergar el interés de los obreros, los trabajadores y los pueblos imponiéndonos un interés ajeno a nosotros. De ahí, que nos corresponde, luchar por lograr la unidad política y social de la clase obrera y por romper la enajenación y alienación social.
Este Primero de Mayo, como un homenaje a los trabajadores, tenemos el deber de continuar y desplegar todo el heroísmo de los que lucharon en el pasado para vencer la pobreza, la miseria y el sufrimiento. Nadie debería rehuir a esta batalla, porque como dice José Martí: “a la felicidad del obrero se va por la felicidad de la patria” y porque luchar o luchar, es la única oportunidad de futuro que tenemos.