El
13 de Abril, es una fecha mayúscula en la cual recordamos a Eugenio
Espejo, Juan Montalvo, Pio Jaramillo, Dolores Cacuango, Rosita Paredes,
Consuelo Benavides, Simón Rodríguez, Simón Bolívar, Eloy Alfaro, Miguel
Riofrío, Benjamín Carrión, cuyos ideales permanecen vigentes en las
mentes del magisterio y del pueblo ecuatoriano.
Las
maestras y maestros a lo largo de la historia, han forjado heroicas
jornadas de unidad y lucha contra las políticas antipopulares que los
gobiernos de turno, implementan luego de recibir el favor popular.
La
defensa de la educación pública y la dignidad, son tareas permanentes
que le ha tocado a los maestros y maestras enfrentar de los gobiernos de
turno, que al igual que el actual, el de la revolución ciudadana, que
lejos de resolver la crisis de la educación, ha penalizado la
organización sindical y la persecución a la dirigencia popular.
La
ciudadanía ecuatoriana sabe y extraña la acción y lucha incansable de
los maestros y maestras. En ese afán, asistieron delegaciones de todo el
país, hasta la ciudad de Montecristi, a apoyar la Constitución de 2008,
participamos en buena parte de su construcción, como también aportamos
en la elaboración de la LOEI, sin embargo la mayoría neo revolucionaria,
lanzó al traste entre otras conquistas, la Ley de Carrera Docente, para
imponer artículados retrógrados e inconstitucionales que en definitiva,
son otra forma más de dominación y de exclusión social con la que se
castiga y somete a los maestros y maestras.
Hoy
exigimos al gobierno nacional evitar el abuso y la improvisación de los
burócratas verdeaguitas encaramados del Ministerio de Educación,
quienes a su vez encargan sin previo concurso, las direcciones de las
instituciones escolares. Así mismos, demandamos del magisterio
ecuatoriano, forjar la unidad, para recobrar nuestra institucionalidad
organizativa y los caminos de la educación emancipadora, en defensa de
la educación laica y por las causas populares.
Hoy
los maestros tenemos en nuestras manos, la responsabilidad de formar a
los ciudadanos de hoy y mañana; como nos recuerda José Carlos Mariátegui
“De todas las victorias humanas, corresponde a los maestros el gran
mérito; de todas las derrotas humanas, les corresponde también la gran
responsabilidad”. En efecto, ser docente es una profesión en la cual el
compromiso afectivo y social es prácticamente inevitable y hasta
necesario.
Finalmente
un saludo cordial al Magisterio Ecuatoriano y Lojano, recordando las
palabras de Paulo Freire, que “el conocimiento se construye a través de
la entrega y la lucha…”