sábado, 2 de septiembre de 2023

Maestros con la mirada puesta en el futuro de la sociedad (1)

"Nuestras luchas reivindicativas son el camino para abrir paso a la perspectiva de mejores días"

Ahora mismo no sé si con nostalgia o con coraje, recuerdo un diálogo que mantuve con compañeros docentes previo a una movilización convocada por el Frente Unitario de Trabajadores. Expuse la necesidad de volver a las calles para exigir el cumplimiento de derechos y conquistar nuevos, en particular los derechos de los docentes y la defensa de la educación pública.

Manifesté la necesidad de la unión de todos los trabajadores y el pueblo, para conseguir cambiar el fallido modelo neoliberal causante de la crisis general que agobia al pueblo ecuatoriano. También me mostré partidario de incrementar la participación de los obreros en esta lucha social, para derrotar a quienes hasta ahora se han turnado en el gobierno, demostrando de sobra su incapacidad para administrar el país en beneficio de las mayorías.

En realidad, no me sorprendí de la disonante respuesta que recibí. Uno de ellos sarcásticamente me preguntó: ¿si yo consideraba a los docentes como obreros? Les recordé: que todas las conquistas, han sido logradas con unidad y lucha, que nada nos ha sido regalado; que nos corresponde, a los pueblos y al magisterio progresista, oponer resistencia y exigir a quienes se rifan el gobierno, mayor inversión social, en educación y salud; y en especial para combatir la corrupción de cuello blanco, la criminalidad y el sicariato.

Añadí, que la movilización social es una forma fundamental para denunciar al neoliberalismo que debemos dejar la pasividad para pasar al debate de diversas formas que posibiliten frenar la ofensiva global que contra los sectores populares emprenden los grandes grupos empresariales, la banca chulquera, el multilateralismo, y la división impulsada por el capitalismo con la pretensión de asaltar las organizaciones de la sociedad civil.

Recuerdo ahora este episodio, porque me produce vergüenza la situación de conformismo que está viviendo buena parte del magisterio ecuatoriano, no se conduelen de ellos mismos, los gobiernos conculcan sus derechos y, lejos de movilizarse, exigen que la Unión Nacional de Educadores luche por ellos.

Lo que debería ser motivo para la unidad de acción frente a la desatención del gobierno y el ministerio de educación; se ha convertido en un lamentable ejercicio de excusas del profesorado, para justificar su falta de coraje personal y su escaso compromiso con la defensa de sus propios derechos; otros más descarados, argumentan que “no quieren complicarse la vida” por miedo a ser sancionados. En efecto, los últimos gobiernos, a más de descualificar la profesión docente, han sembrado el temor, hasta les han robado el sentido ético y solidario con la sociedad, así como el compromiso organizativo y de unidad gremial con la clase docente.

A los maestros y maestras unionistas, nadie nos quitará el sueño de seguir trabajando con la mirada puesta en el futuro de nuestros niños y jóvenes y, pensando en la educación liberadora como el principal instrumento de movilidad social y de encuentro con otros sectores populares para la construcción de la Patria Nueva.

sábado, 26 de agosto de 2023

Ni Noboa ni Luisa se identifican con las causas populares

El 20 de agosto se realizaron los sufragios generales anticipados para elegir al Presidente de la República, la nueva Asamblea Nacional y dos consultas populares. Estas elecciones se desarrollaron en un escenario complejo, marcado por la narco violencia y el sicariato. Luego del asesinato del candidato Fernando Villavicencio, y del debate presidencial, en menos de 72 horas cambiaron las preferencias.

Lo ocurrido el domingo pasado ratifica que buena parte de los votos fueron en búsqueda de lo nuevo entre comillas, pero sin análisis profundo y menos aún de clase. El correísmo con Luisa González apuntaba a un triunfo en una sola vuelta, pues en la segunda las oportunidades de ganar son pocas, y no es ninguna ligereza decir que sufrieron una derrota electoral, pues tendrán que enfrentar el anticorreímo cuesta arriba ya que todos le harán carga montón. Esto avizora un triunfo a favor de Daniel Noboa, aunque en política no se puede descartar ningún evento que cambie las tendencias.

En escenario parlamentario se repite. El correísmo obtuvo una alta votación que le catapulta como la primera fuerza política. Intuyo que el correísmo como ya sucedió en el periodo anterior, pactará con los social cristianos para aglutinar algo más de 70 votos, lo que les daría la mayoría simple, para las triquiñuelas y el reparto de las dignidades legislativas.

Tras la candidatura de Daniel Noboa están los grandes grupos empresariales y la derecha oligárquica, ellos no escatimarán los millones de dólares para repartirlos durante la campaña en alimentos, asistencia social, aparatos de apoyo logístico, propaganda en medios de comunicación, pago a comunicadores para que se encarguen de persuadir a la población. Ellos con la certeza de ganar la presidencia, de antemano buscarán cueste lo que cueste una mayoría parlamentaria que les permita poner en marcha el proyecto neoliberal para gobernar sin contratiempos. Sin duda, los acuerdos políticos conllevarán la entrega de la administración pública en provincias.

Mientras que la candidatura de Luisa González, como ella misma lo ha expresado, estará asesorada por el ex presidente Rafael Correa, haciendo lo que ya hicieron antes. Es decir, volver a dejar sin trabajo a miles de trabajadores bajo la figura de renuncia obligatoria, rifarse los recursos provenientes de la explotación petrolera y minera, saquear los dineros de la seguridad social, engordar sus bolsillos con los sobre precios en la contratación de la obra pública. Y como si esto fuera poco, volverán a criminalizar la protesta social, a perseguir a los líderes populares, a vulnerar los derechos del magisterio, a dividir las organizaciones sindicales. Peor aún, seguirán fraguando más violencia delincuencial de la que ya está sumido el país. Eso nos ofrecen repetir el correísmo.

En conclusión, al pueblo no le quedan opciones. Ni Noboa ni Luisa se identifican con los intereses y necesidades de los trabajadores y sectores populares. Ambas candidaturas son responsables de la crisis general que afecta al país.

martes, 22 de agosto de 2023

Elecciones en Ecuador: primeras aproximaciones

 
                                       Por: Edgar Isch L.

El presente proceso electoral en el Ecuador ha tenido condiciones inéditas desde su origen, por la aplicación de la “muerte cruzada” decretada por Lasso para evitar una segura destitución resuelta en la Asamblea Nacional. El desprestigio del gobierno y de la Asamblea, que en ningún caso superaron el 16% de aceptación, se expresó en la falta de oposición social de la medida, sin poner ninguna esperanza en ella y más bien como una profundización de la crisis política. Trajo también la realización de una campaña electoral en un tiempo extremadamente corto, lo que daba ventaja a las chequeras y a las estructuras políticas más mencionadas en los medios de comunicación.

La agudización de la violencia criminal, que cada vez está más cerca del ecuatoriano común, se presentaba, por primera vez, como el tema central en las preocupaciones de la gente de los distintos estratos sociales, principalmente en los barrios más pobres y abandonados. Esto cambió buena parte de los debates a nivel social, aunque las consultas populares vinculadas al freno al extractivismo, trajeron otro tipo de disputas ideológicas y políticas.

El infame asesinato de Fernando Villavicencio, candidato a la presidencia y conocido por su accionar en torno a denuncias sobre casos de corrupción, sacudió el ambiente electoral en sus últimos días, en una manera que al inicio no estaba clara, pero que no ha tenido antecedentes en procesos anteriores. Sin embargo, presentó el peligro de que Ecuador concluya su camino a convertirse en un “narco-Estado”. El alto número de asesinatos de funcionarios, las amenazas y sobre todo compra de jueces, masacres en cárceles dominadas por los reos, asesinato de líderes y autoridades locales, la denuncia del embajador norteamericano que interviniendo en nuestra política ratificaba la existencia de narco-generales que no han sido sancionados, son parte de la crisis que se agudizó con el asesinato de Villavicencio.

El escenario era propicio para que las elecciones sirvan como expresión del descontento social, tanto por la decepción en el gobierno y la Asamblea cuanto, por las perspectivas de futuro, buscando una salida, aunque sin saber bien dónde. Por ello buena parte de los votos fueron en búsqueda de lo “nuevo”, pero sin análisis profundo y menos aún de clase.

Algo sobre los resultados

Los resultados hasta cerca de la media noche, con la mayoría de las actas procesadas superando al 90% en las presidenciales, ratificaron tendencias que prácticamente ya estaban presentes desde el inicio del conteo. Pero también trajeron novedades. Primero, que la diferenciación de candidaturas y programas no fue determinante, llevando a la gente a buscar lo nuevo, sin ubicar de que se trataba y por ello apoyar a candidaturas como la de Daniel Noboa (que pasa a la segunda vuelta con el 23,78%), oligarca que fue asambleísta pero era desconocido por la población o Jan Topic, empresario que se promocionó como mercenario capaz de enfrentar la inseguridad, pero que finalmente llegó al 14,65%. Simultáneamente se rechazó a los que se presentaban como continuadores de los dos últimos gobiernos, Moreno y Lasso, como es el caso de Sonnenholzner (7,1%) e incluso Villavicencio que aparecía cuarto o quinto en las encuestas de la mayor parte de la campaña.

Por otra parte, como no se esperaba de acuerdo con las experiencias pasadas, esta vez el debate fue importante. Las condiciones posteriores al asesinato de Villavicencio generaron mayor expectativa y, más allá de haber sido observado por alrededor de la mitad de los electores, se convirtió en tema de diálogo permanente. Esto benefició principalmente a Noboa que no fue atacado por sus competidores al considerarlo sin importancia. Y benefició momentáneamente a Topic con su insistencia de que era quien podía enfrentar a la delincuencia usando más y más violencia.

La sociedad ecuatoriana está en shock, especialmente pero no únicamente por el tema de la violencia y el crimen organizado y, como demostraría Naomi Klein, el shock permite que incluso se renuncie a derechos con tal de salir del hoyo. Eso explica que se generalice el pedido de mano dura y ese se convirtió en discurso generalizado que utilizó Topic, quien tuvo el apoyo del Partido Social Cristian, partido tradicional de la extrema derecha que está en declive. El espacio de ese partido será posiblemente llenado por estos nuevos representantes de las posiciones reaccionarias, pero con mayor habilidad en su discurso y en las formas publicitarias para llegar especialmente a la juventud, como se vio en esta candidatura.

En el caso del correísmo, se ratifica con un 33,24% de los votos que tiene la estructura más votada, como sucedió en este mismo año en las elecciones de alcaldes y prefecturas, desde donde supieron hacer también la nueva campaña (por ejemplo, en Quito el alcalde señalaba que su candidata garantizaba la segunda fase del metro que aún no está en operación). Tienen la mayor votación a pesar de errores de campaña o de que la persecución que realizaron contra Villavicencio generó en ciertos sectores dudas sobre su interés en la muerte del rival. Sin embargo, la imagen autoritaria y su carácter nacional superó que la candidata Luisa González repitiera una y otra vez su ofrecimiento de retornar al pasado, de hacer lo que ya hicieron, como si las circunstancias no hubiesen cambiado. Su discurso ya ni menciona el llamado “socialismo siglo xxi”, pero mantiene un discurso que pega en sectores importantes de la población de las distintas regiones.

En cuanto a quienes apoyaban a Fernando Villavicencio, les correspondió en pocos días y prácticamente sin que se les permita hacer campaña, presentar un nuevo candidato. Se trata del también comunicador Christian Zurita que no solo insistió en las propuestas de su antecesor (cuya foto obligatoriamente iba en la papeleta), sino que igualmente se presentaba como otro outsider que no tenía responsabilidad con anteriores gobiernos. En su conjunto, la solidaridad popular, la buena imagen del nuevo candidato y los votos previamente obtenidos anteriormente, le permitió sumar un 16,49% alcanzando la tercera posición.

La otra sorpresa fue el descenso en la votación de Yaku Pérez, quien representó a una alianza de fuerzas de izquierda y centro izquierda (Unidad Popular, Partido Socialista, Somos Agua, Democracia Sí y un sector de Pachakutik). La no integración de listas conjuntas con Pachakutik y la negativa de la dirección nacional de la Conaie para apoyar a esta candidatura, afectaron a la votación de las dos fuerzas en varias provincias. Si bien por buena parte de la campaña estaba en una posición expectante, siempre con la posibilidad de pasar a la segunda vuelta, los cambios provocados por el asesinato a Villavicencio o ser visto por algunos como insuficientemente determinado contra la delincuencia tras el debate, le afectaron al grado de terminar con un 3,92% de los votos.

Por último, los resultados y la campaña demostraron que en esta primera vuelta fue menos notoria e importante aquella fragmentación entre correistas y anticorreistas. Para la mayoría de electores y sobre todo para los más jóvenes, no fue el tema central como algunos lo quisieron ubicar. Esto, en parte, por la dispersión de fuerzas y, por otro lado, por las nuevas temáticas que se presentaron.

La importancia de las consultas populares

Junto a la votación presidencial y de asambleístas se realizaron dos consultas populares que surgieron de la iniciativa popular y que tendrán importancia continental. La primera, de carácter nacional, para definir si el crudo del bloque 43 o ITT, ubicado en parque nacional Yasuni y junto a la zona de vida de dos pueblos en aislamiento voluntario. Esta consulta debió haberse dado cuando ya se tuvo las firmas necesarias de apoyo, pero fue ilegalmente impedida por el correísmo, luego que Rafael Correa renunciara a ese proyecto de protección humana y de la naturaleza que había acogido de la sociedad civil y ofrecido al mundo. Ahora, se suspende la explotación y en el plazo de un año la petrolera estatal debe salir de la zona.

La segunda, válida para el Distrito Metropolitano de Quito, consultaba para impedir la minería metálica en cualquier escala y así proteger los ecosistemas únicos del Chocó Andino y sus habitantes. La minería ha sido bandera de los tres últimos gobiernos y ha tenido un importante impulso al tiempo que confronta a las poblaciones que observan la destrucción de las condiciones de vida de las próximas generaciones.

En ambos casos, el extractivismo fue derrotado de manera determinante. El término, su significado y las consecuencias en destrucción ambiental y acumulación de la riqueza en pocas manos, han sido debatidos por importantes sectores, especialmente la juventud. La falaz pero millonaria campaña de compañías nacionales y transnacionales que contó con el apoyo de ministros y el Banco Central, fue derrotada por las organizaciones sociales que impulsaron las consultas, la izquierda y por la mayoría de la población. En el caso de la consulta sobre el Yasuní el Sí logró alrededor del 60% de la votación y, en el caso del Chocó Andino el Sí obtuvo alrededor de 68%.

La derecha política y económica fueron derrotadas pero un aspecto que se evidencia es que, a pesar de ello, las mismas poblaciones que votaron por el sí de manera simultánea dieron su voto por quienes impulsan esos proyectos extractivos. Por el contrario, no dieron un apoyo mayoritario al único candidato que en su historia se ha mostrado defensor del agua y la naturaleza, como es el caso de Yaku Pérez.

Esta contradicción demuestra la necesidad de un mayor debate sobre el tipo de desarrollo que debe impulsar el Ecuador y de dónde saldrán las fuerzas y representantes que pueden impulsarlo si se quiere fomentar la justicia social, la equidad y la vivencia de los derechos humanos y de la naturaleza.

Con miras a la segunda vuelta

El correísmo tiene una base electoral con la que puede contar, con presencia en los principales distritos electorales y tendrá sin duda el bloque parlamentario más grande, aunque difícilmente mayoritario. Esto le favorece, pero es sabido que tiene un techo de posible crecimiento y que difícilmente puede lograr la mitad más uno de los votos. Desde dónde puede lograr nuevos votos es fundamentalmente de los votos de la derecha socialcristiana, con la que en otras ocasiones ha sido capaz de establecer acuerdos. Las otras expresiones de derecha más posiblemente apoyen a Noboa y en cuanto a buena parte de sectores populares que tenían candidaturas propias, no olvidan la persecución vivida en un gobierno que puso juicio por “terrorismo” a más de 200 dirigentes populares y a ninguno de la oligarquía.

En cuanto a Noboa, se muestra con más posibilidades de crecer. Tendrá el apoyo de buena parte de electores de otras candidaturas, con excepción de los de Yaku Pérez, así como de una presencia importante en la Asamblea con candidatos de su partido y de otras expresiones reaccionarias. Es temprano para saber si eso será suficiente para lograr la presidencia.

Por otra parte, al igual que en la elección pasada, se puede presentar un crecimiento del voto nulo pero en menor proporción que en 2021. De todas maneras, su peso será importante para el conteo final de apoyos para definir el resultado electoral.

La disputa entre las dos candidaturas finalistas por los votos apenas comienza a dibujarse. Sin embargo, lo que viene tras esta primera vuelta y las consultas populares para muchos sectores organizados, una vez más, es sostener los anhelos de ecuatorianas y ecuatorianos, llevando a los pueblos a realizar un debate que supere lo coyuntural, que plantee las posibilidades de futuro del Ecuador y las nuevas batallas que tendrán que dar los explotados para dar un giro a la historia. Como ya sabemos por la experiencia social, un proceso electoral no es el comienzo ni el fin, sino solo un momento en las batallas que confrontan a las clases sociales. Aunque venga un gobierno de año y medio, combinado con la nueva campaña electoral, los cantos por concertación siempre serán pedidos para que los de abajo se pongan bajo las órdenes de los que domina. ¿Se tendrá ahora ese debate en los escenarios de trabajo, vivienda y estudio?

*  Académico y ex ministro de Medioambiente de Ecuador. Asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

sábado, 19 de agosto de 2023

Políticas públicas para romper el ciclo de la pobreza

Que urge un cambio en la dirección política del país, claro que sí, para ello, es transcendental comprender las propuestas de los candidatos antes de tomar una decisión en las elecciones. No se trata solo de votar por el mero hecho de votar, se trata de evaluar qué tipo de cambio buscamos, si las propuestas de los candidatos coinciden con nuestras propias aspiraciones y si nos sentimos representadas en ellas.

Para tomar una decisión lo más acertada, es imperativo conocer los principios e ideología de los partidos políticos a los que pertenecen los candidatos. Leer sus propuestas y posiciones respecto de los grandes problemas que afectan al país, como la inseguridad, la falta de trabajo, la pobreza, la educación, la salud, el medio ambiente y la justicia social. No menos importante es determinar si en sus declaraciones los candidatos muestran honestidad, integridad y capacidad para liderar y tomar decisiones apropiadas.

Motivo principal de las ofertas de campaña fue el combate al crimen organizado y al sicariato en las calles, problema complejo que no implican solo la dotación de armas y uniformes, sino también enfoques sociales, económicos y educativos para abordar las causas subyacentes de este y otros males.

El presidente que sea electo, en el corto tiempo de gobierno, debe transformar en políticas públicas problemas tales como: La educación de calidad y gratuita, desde la educación inicial hasta la educación superior. Creación de fuentes de trabajo digno con salarios justos, condiciones laborales seguras y oportunidades de crecimiento. Equidad en los servicios de atención médica y entrega de medicamentos. Abordar las desigualdades de género a través del empoderamiento económico de las mujeres y la eliminación de la violencia intrafamiliar y de género. Inversión en infraestructura y desarrollo básico como agua potable, saneamiento, electricidad y transporte.

Además de garantizar el acceso a la tierra y la vivienda para prevenir la migración y proporcionar estabilidad a las familias en situación de riesgo. Fomentar el espíritu de emprendimiento y brindar capacitación y recursos económicos a las comunidades desfavorecidas para generar empleos locales. Apoyar la agricultura sostenible y el desarrollo rural para mejorar los medios de vida de las comunidades rurales y reducir la migración hacia áreas urbanas o fuera del país en busca de mejores condiciones de vida.

Reitero, no se trata solo de un voto, es responsabilidad de todos, concienciarnos e informarnos de la problemática social. Solo así, podremos ser parte de las acciones para derrotar y romper el ciclo de la pobreza e inseguridad; y, para construir un país más equitativo y soberano.

De allí, mi llamado a otorgar el voto al candidato Yaku Pérez de la Alianza claro que se puede, listas 2 – 17 – 20, en él y en su equipo de trabajo se ven representadas las aspiraciones de cambio de la mayoría del pueblo ecuatoriano.