viernes, 3 de agosto de 2018

Por sus obras los conoceréis


Espejo y Montalvo afirman los peligroso de no definirse de uno u otro bando respecto a la justicia y a los pobres. Por eso, cabe recalcar que aquellos que se dicen ni de derecha ni de izquierda, a la hora de gobernar, deben tomar decisiones políticas respecto de la actividad pública, que afectarán o favorecerán sin duda a uno u otro sector social. La frase bíblica, “por sus obras los conoceréis” se actualiza. 
La última ola de corrupción o quizá mejor, la olla de corrupción nos ha obligado a preguntarnos, cuáles son los principios que definen las conductas de las autoridades, porque de esas conductas nacen las consecuencias que más tarde nos lamentamos. Carlos Marx recuerda que los principios tienen su origen en las ideologías, que las ideologías no son credos religiosos, sino instrumentos útiles para que la ciudadanía exija a la clase política, lo que plantea en sus postulados y pregona durante las campañas electorales. 
Por ejemplo, a nivel nacional los presidentes, Lucio Gutiérrez y Rafael Correa ganaron las elecciones aceptando los postulados y el apoyo de la izquierda. Sin embargo, el primero inmediatamente se declaró el mejor amigo de los EE-UU; mientras que el segundo al poco tiempo, los calificó de izquierda retrograda y los combatió, persiguió y encarceló. 
Al acercarse las elecciones seccionales, a la mayoría de los precandidatos los escucho decir que su interés es trabajar por el adelanto de la parroquia, cantón y/o provincia sin importar la ideología; y lo primero que pienso, es que estos señores y señoras no tienen idea de lo que es ideología, y que se asumen neutrales comprometiéndose con todo y con nada, se dejan ver caritativos o progresistas afirmando que las ideologías son conceptos superados. 
Detrás de estas frases, se esconde la viveza criolla u oportunismo para ganar votos de los ciudadanos indiferentes a sus propios problemas. En fin, evitemos los “pactos de la regalada gana” o las alianzas contradictorias, aunque esto afirme aquello de, “dime con quien andas y te diré quién eres”

viernes, 1 de junio de 2018

Reseña Histórica de la Escuela Miguel Riofrío: 1895 - 2018


“Es la Escuela Miguel la primera que izó la bandera en junio; que Alfaro la trajo en su puño, tras mil guerras de inmenso valor”.
David Pacheco Ochoa

Junio es el mes en el que el Ecuador entero recuerda la Revolución Liberal. Mes en el que los sectores populares honran el espíritu heroico y libertario del Viejo Luchador. Mes en el que la Escuela Miguel Riofrío celebra un aniversario más de su creación. Anteayer, Escuela Superior Miguel Riofrio. Ayer, Escuela Fiscal de Niños Miguel Riofrío. Hoy, Escuela de Educación Básica Miguel Riofrío, como quiera sea su denominación, la escuela es el hogar por excelencia, de la inteligencia, del talento y la razón, en la que ya por 123 años, se han formado las mentalidades más lúcidas que con su trabajo fecundo contribuyen al desarrollo de Loja y el país.
El nombre de nuestro establecimiento nos hermana con una de las figuras más preclaras del periodismo, de la diplomacia, de la política, del liberalismo y de la literatura. Nos reúne con el autor de la primera novela ecuatoriana “la Emancipada”. (Novela que debería ser parte de la identidad miguelina, por tanto, su lectura debería ser instituida obligatoriamente para maestros y estudiantes). Me refiero a nuestro patrono, el Dr. Miguel Riofrío. El Dr. Agustín Cueva Dávila, resalta que nuestro patrono es de “alma inquebrantable, virtud política incorruptible, bondad de corazón insuperable, cualidades que, embellecidas por la diplomacia, el tacto, finura política, la ilustración vasta, el juicio recto y la inteligencia luminosa lo hicieron un personaje importante de nuestra historia”
Al Dr. Miguel Riofrío, símbolo de las letras y luchador de la justicia social, que onomásticamente nos cobija, nos encontramos indisolublemente unidos por el laicismo y su voluntad irrefrenable de tallar ideales y conquistar un futuro mejor para los ecuatorianos. El espíritu de Miguel Riofrio, sin duda, se aloja en las aulas y pasillos de la escuela, generándonos la luz perenne que guía los caminos del aprendizaje y la emancipación.
En la escuela Miguel Riofrío, la misma que hoy acuna a maestros y estudiantes, se han formado generaciones de niños que a la par que buscaban el saber se convirtieron en los jóvenes defensores de las causas populares y de la soberanía nacional.
El Profesor David Pacheco Ochoa, en la obra “Reminiscencias en torno a la Escuela Miguel Riofrío” nos refiere que por las aulas que hoy tenemos la honra de laborar, caminaron personajes de la talla del Dr. Isidro Ayora Cueva, Presidente de la República del ecuador; Dr. Adolfo Valarezo, Dr. Carlos Manuel Espinoza, Salvador Bustamante Celi, Dr. Pio Jaramillo Alvarado; Dr. Clodoveo Jaramillo Alvarado; Dr. Pedro Víctor Falconí, Dr. Benjamín Carrión; Dr. Agustín Aguirre, Dr. Ángel Felicísimo Rojas, Pablo Palacios, Escultor Daniel Elías Palacios, Profesor Emiliano Ortega Espinoza, entre otros.
Agrega que “Con personajes de esta contextura moral e intelectual, Loja se preparó para recibir el siglo XX, el mismo que se ha vanagloriado repitiendo y honrando sus nombres y su memoria, por ser como astros que brillaron con luz propia.”
Efectivamente, hoy se cumplen 123 años de existencia de la Escuela, 123 años del laicismo en Loja. Pero, lo que hoy recordamos no es el simple transcurso del tiempo. Si bien el orden cronológico nos ayuda a dimensionar como la grandeza del espíritu escolar e intelectual se ha fijado en el tiempo y se ha afincado en los corazones de las generaciones que han transitado este plantel. Lo que hoy nos reúne aquí, es celebrar la persistencia y permanencia de la voluntad genética de la lojanidad, para caminar por los rumbos históricos del último rincón del mundo, como lo señalara Pio Jaramillo A. Lo que hoy nos convoca, es seguir los pasos de antecesores, para invocar una tradición de amor a los libros, amor a la ciencia, amor a la búsqueda de la verdad. He aquí las razones profundas de este acto. He aquí el imán que nos atrae y no, solamente, la fecha que hemos marcado en el calendario, a la que por civismo debemos recordar.
La Escuela Miguel Riofrío, con su histórico nombre, tiene que ser una sola, no necesita recuerdos ni acuerdos de cortesía por parte del Ministerio.  Necesita si, la ratificación patriótica y continua de quienes somos parte de ella, en especial de sus ex alumnos, para con la altiva exigencia a las autoridades, cumplir el destino glorioso de contribuir a forjar una sociedad más justa, es decir, de retribuir lo que la Miguel Riofrío nos proporcionó a través de los años escolares.
Solamente comprendiendo en toda su dimensión el significado que la Escuela Miguel Riofrío tiene para nuestro terruño, es que podemos plantearnos las metas futuras. Así como los pueblos sin historia se caracterizan por ser estáticos, las escuelas que no recuerdan ni valoran la suya, se mantienen anquilosadas.
Hoy estamos aquí, invitados a celebrar la sesión solemne por el 123 aniversario de fundación de la escuela de educación básica Miguel Riofrío. Sin embargo, es obligatorio destacar que, en realidad, los cimientos institucionales de la Miguel Riofrío, se plantaron hace 147 años… El profesor David Pacheco Ochoa, conocido nuestro, en la obra Reminiscencias, refiere que “en 1871 se estableció en Loja la primera escuela regentada por los Hermanos Cristianos, estaba ubicada exactamente donde actualmente está nuestra escuela y la Sociedad Obrera Primero de Mayo... Su primer Director y durante 24 años, fue el religioso de origen francés, el Hermano Hatemer León. La escuela inicia sus labores el 22 de octubre de 1871 con 210 alumnos. Cabe mencionar que el edificio antiguo se ubicaba en la manzana actual…, su amplio edificio se reconstruyó con fondos provenientes del legado beneficio del Dr. Bernardo Valdivieso”.
El 5 de junio de 1895 en Guayaquil sectores populares y liberales proclaman a Eloy Alfaro Jefe de Estado, era una época de conmoción política y social. Así se da inicio a la revolución liberal a la que poco a poco se van adhiriendo los pueblos del Ecuador.
En Loja, nos refiere el Profesor Pacheco: “El domingo 16 de junio de 1895, se sublevaron los soldados del cuartel contra los empleados del gobierno… El 19 de junio, una vez adheridos al gobierno Alfarista, nombran al Dr. Manuel Benigno Cueva como Gobernador de Loja.
En estas circunstancias “El 12 de octubre de 1895, al calor de la naciente revolución liberal, El Dr. Manuel Benigno Cueva Ayora, en su calidad de Gobernador de Loja, contra la voluntad del Obispo Macía, se apodera de las escuelas que estaban dirigidas por los hermanos cristianos, En consecuencia, al calor de la revolución Alfarista, desde el 12 de octubre de 1895  pasa la escuela a tener el carácter de laica, desde aquel día, dicho edificio y escuela  pasan a ser propiedad fiscal de la ciudad”. Es a partir del año 1916, por los méritos anotados anteriormente que lleva el nombre de Escuela Miguel Riofrío….
En la pág. 44 de la obra mencionada del Prof. Pacheco, se expresa que “Como cosa de suma importancia y trascendencia, es el gran acierto de nombrar al establecimiento como Instituto Miguel Riofrío, en consecuencia, a partir de esa fecha, desde el 2 de octubre de 1916, hasta la presente se mantiene este nombre incólume y muy respetado, pues se trató de inmortalizar así al Dr. Miguel Riofrío, uno de los más preclaros ciudadanos que tuvo Loja y la Patria”. Resalta el Prof. Pacheco, desde entonces, el plantel avanzaría más a prisa, más comprometido, más responsable anímicamente hablando, no solo con el recuerdo y veneración de su Egregio patrono, sino hasta con la misma historia cultural de la hidalga ciudad de Loja.
Miguel Riofrío, es sin duda uno de los hombres más destacados de Loja y del país, por su accionar en el periodismo, la diplomacia y la política, adquiere dimensiones universales. Él, es autor de la primera novela ecuatoriana, “La Emancipada”, letras en las que más allá de la narración romántica, en ella se hace, una descripción de la realidad social de la Loja postergada de aquellos días.
El Dr. Agustín Cueva Dávila, resalta que nuestro patrono, el Doctor Miguel Riofrío es de “alma inquebrantable, virtud política incorruptible, bondad de corazón insuperable, cualidades que embellecidas por la diplomacia, el tacto, finura política, la ilustración vasta, el juicio recto y la inteligencia luminosa lo hicieron un personaje importante de nuestra historia”
Durante el año lectivo 1971-1972, exactamente el lunes 5 de junio de 1972, se establecen definitivamente los símbolos institucionales de la escuela, la autoría le pertenece al Prof. David Pacheco Ochoa. Parte de los versos de una estrofa del himno, nos recuerdan que:
 “Es la Escuela Miguel la primera, Que izó la bandera en junio; Que Alfaro la trajo en su puño, Tras mil guerras de inmenso valor. ¡Libertad! ¡Igualdad! Es la Enseña, De este augusto recinto que ha hecho….”
Otro de las fechas significativas de la historia miguelina, sucede hace 42 años. La fecunda labor desplegada por los docentes del plantel, desemboca en el cariño de la sociedad hacia la escuela, creciendo la demanda estudiantil. El Profesor David Pacheco Ochoa, personaje comprometido con la educación lojana, motivado por las circunstancias gestiona ante el Ministerio de Educación la creación de la sección vespertina, hecho que efectivamente se cumple el 24 de septiembre de 1976, sección que es denominada como Escuela Miguel Riofrío No. 2. Siendo su primer director, el Lic. German Ortega Carvajal, posteriormente se encarga por dos ocasiones la dirección de la escuela, que ahora denominamos sección vespertina al Lic. Oscar Efrén Torres. Mientras que la Lic. Judith Rodríguez Torres, accede a la dirección del plantel, luego de ganar un concurso de méritos y oposición. A los tres directivos los acompaña una capacitada planta docente, de la que buena parte nos acompaña hoy.
El Ministerio de Educación, dando cumpliendo a la Ley de Educación, con lo que también se satisfacía un viejo anhelo de la comunidad miguelina, en una de las pocas acciones acertadas, decreta la unificación de los planteles educativos que funcionan bajo la misma infraestructura. De esta manera, las secciones matutina y vespertina de la Escuela Miguel Riofrío, se fusionan al inicio del año lectivo 2015 - 2016. Nombrándose como Directora a la Mg. Ruth Hidalgo Puchaicela.
Honrar honra, por ello es justo resaltar a personajes con mente futurista, a educadores destacados e ilustres que, al pasar por la dirección de la escuela, muchos de ellos, incluso ofrecieron sus servicios de manera gratuita; ellos son:
1895  –  1898 Dr. Manuel Benjamín Cueva,
1899  –  1900, Prof. Benjamín Rivas
1900  –  1901 Señor José Luzuriaga
1903  –  1904 Dr. Avelino Mantilla,
1905  –  1906 Dr. Lautaro Loayza
1906 - 1907 Dr. Ramón Riofrio
1908  –  1909 Dr. Luis Jaramillo
1913 – 1914 Sra. Mercedes Hidalgo.
1914 - 1915 Dr. Víctor Castillo
1916  –  1919 Dr. Rafael García.
1919  –  1927. Dr. Alfredo Rodríguez
1927  –  1928 Sr. Máximo Agustín Rodríguez,
1929  –  1930 Sr. Manuel José Aguirre
1932  –  1934 Dr. Alfredo Mora Reyes
1935  –  1937 Prof. Benigno Bayancela
1938  –  1942 Prof. Miguel Ángel Suárez
1943  – 1945 Prof. Manuel Fernández,
1947  –  1948 Sr: Máximo Cabrera
1949  –  1963. Dr. Manuel Fernández.
1963  –  1964. Pro. José Lino Palacios.
1964 a 1977 Prof. David Pacheco,  
1976 – 19     Lic. German Ortega Carvajal. Sección vespertina
1977  –  1998 Lic. Eduardo Ludeña,
1999  –  2000 Lic. Luis Camacho,
2000  –  2001 Lic. Ruth Segarra,
2001 –  2002 Lic. Jorge Araujo, 
2004 – 2008 Lic. Oscar Efrén Torres. sección vespertina
2002  –  2008 Dr. Carlos Torres Cordero,   
2008 – 2012 Lic. Judith Rodríguez Torres. sección vespertina
2008  –  2014 Lic. Juan Manuel Ontaneda J.
2014     2015   Lic. Guillermo Álvarez C.
2015     2016   Mg. Ruth Hidalgo Puchaicela.
2016    2017  Lic. Eduardo Maurad Juela 
2017  2018   Mg. Roció Salinas Poma.
2018   Mg. José Orellana Yaguache.


Cabe destacar que el primer Director de la Escuela Miguel Riofrío, fue el señor Dr. Benjamín Rafael Ayora Armijos, quien fuera padre del gran hombre de Estado, el Presidente Isidro Ayora Cueva, a ellos, hoy, quienes hacemos la comunidad educativa miguelina, honramos su memoria y aunque tardíamente, agradecemos su gesta histórica, es decir el inicio de la primera escuela fiscal laica de la región.
Otro personaje de profunda condición humana y de gran sabiduría, querendón de su escuela y de la patria chicas es el Profesor David Pacheco Ochoa. Personaje cuyo nombre se volvió leyenda entre la ciudadanía lojana y nacional, distinguido por las letras, el periodismo, la narrativa y la música. Autor de innumerables piezas musicales, de las que destaco joyas como: señorita tristeza, luciérnaga, envidia, princesa…, Es el autor del Himno a la Escuela Miguel Riofrío.
El Profesor David Pacheco, un hombre muy respetado y querido en el círculo de la docencia y la música por su integridad de persona de bien, por dar más de lo que de él se esperaba, no solo en su escuela sino también como dirigente magisterial y como primer presidente de la Cooperativa de Educadores de Loja.
En homenaje a la memoria del Profesor David Pacheco Ochoa; y, con el propósito de promocionar el talento musical de la infancia, la escuela Miguel Riofrío, celebra año tras año el festival de la canción miguelina.
La trayectoria histórica e institucional de la Miguel Riofrío, obligan a las generaciones presentes, a preservarla como patrimonio tangible e intangible de la ciudad.
Pero esa mirada e inspección atenta hacia el pasado, a la tradición de nuestra Escuela, no impide que, cubriendo las necesidades del presente, también miremos al futuro, para ofrecer a la sociedad lojana y del sur de la patria, una institución que contribuya a formar a la niñez y adolescencia de forma íntegra.
Éste es el desafío que las autoridades actuales, Dr. José Orellana, Mg. Eleana Nagua y Mg. Patricia Chimbo, se han planteado ejecutar. En estos días, precisamente junto a la planta docente se encuentran elaborando los componentes del Proyecto Educativo Institucional, proyecto al que toda la comunidad educativa está invitada a integrarse y participar, porque es un proyecto en permanente construcción, en el que todos hacemos parte de él…
Hoy se pretende hacer realidad, el sueño de tener una escuela que más allá de la tradición e historia, sea una escuela líder de la región, que imparta los conocimientos para interpretar nuestro tiempo y entorno. Que nuestros estudiantes, desarrollen su pensamiento crítico para dar respuesta a los desafíos sociales, en definitiva, una escuela que forme a las mujeres y a los hombres comprometidos con el verdadero cambio que necesita la sociedad. Para esto, estamos planteando que los estudiantes no se limiten a recibir clases, sino que también participen en el diseño de ellas; que se manifiesten, como antaño fue una regla, en torneos de oratoria, de composición literaria; de cerámica; de expresión corporal. Para esto, buscamos acoplar los denominados proyectos escolares en talleres, foros y concursos.
Pero un plantel educativo no solamente es un mundo histórico y académico. También hay necesidades materiales que solventar, aspectos operativos que realizar. Hasta la década del setenta del siglo XX, la escuela ostentaba con orgullo una edificación para la época grandiosa, en la esquina principal y planta baja estaba la biblioteca, mientras que en la segunda planta se localizaba el Teatro 13 de Abril, de esa arquitectura hoy podemos admirar tan solo una tercera parte que, si bien no como debe ser, ha sido restaurada por el Instituto de Patrimonio Cultural. En la actualidad, la infraestructura existente resulta insuficiente e inadecuada para albergar alrededor de 1800 estudiantes que se educan en las secciones matutina y vespertina. Por lo que es urgente la intervención estatal para aprovechar los terrenos recuperados en el año 2014 de una institución vecina, aclarando que, estos terrenos históricamente le pertenecieron a la escuela Miguel Riofrío. Cabe resaltar que esta acción, se cumplió con la participación padres de familia, estudiantes y directivos presididos por los licenciados Juan Ontaneda, Judith Rodríguez, y Oscar Efrén Torres.
Es de esta manera que queremos recordar y honrar la historia gloriosa de nuestra institución, lo cual es honrar a nuestra ciudad, a la provincia y a la patria. En el contexto de esta tarea, reitero, los Directivos actuales, Dr. José Orellana, Mg. Eleana Nagua y Mg. Patricia Chimbo; que, desde el mes de marzo del presente año, dirigen nuestro plantel, y a quienes la planta docente y administrativa han ofrecido el apoyo.
Actualmente la escuela cuenta con 1800 estudiantes que cursan desde inicial hasta educación básica superior. Laboran 70 docentes y 4 administrativos.
Finalmente, insisto, la escuela nace al fragor de la lucha liberal, liderada por El General Eloy Alfaro y lleva su nombre en honor a otro luchador por la justicia social, el Dr. Miguel Riofrío.
Señores y señoras.
Loja, 5 de junio de 2018