sábado, 22 de febrero de 2025

Prohibición o permisividad del uso de celulares en el aula

El debate sobre el uso de celulares en el aula debe trascender la mera dicotomía de prohibición o permisividad, y enfocarse en una perspectiva de educación liberadora. La decisión del Ministerio de Educación de restringir su uso a partir de mayo de 2025, es excluyente para los estudiantes de los grados inferiores, mientras que a los de bachillerato, se permite usarlo bajo la supervisión del docente,  parte de preocupaciones válidas, como la pérdida de habilidades sociales, riesgos en línea y menor rendimiento académico.

Los celulares pueden ser herramientas para la emancipación si se emplean con sentido crítico y pedagógico. Es cierto que algunos docentes perciben los celulares como una distracción, pero la solución no debe ser simplemente eliminarlos del aula, sino repensar las estrategias de enseñanza para integrarlos de manera efectiva. La carencia de infraestructura, como la falta de Wifi en muchas escuelas, es un obstáculo, pero esto no debe ser una excusa para no explorar formas innovadoras de enseñanza. Los dispositivos móviles pueden fomentar la creatividad, el pensamiento crítico y la colaboración si los docentes cuentan con la formación y el apoyo necesario para incorporarlos en el proceso educativo.

La UNESCO ha destacado el potencial de los celulares en contextos de limitaciones educativas, permitiendo el acceso a recursos digitales, fortaleciendo la comunicación en emergencias y promoviendo aprendizajes personalizados. Sin embargo, también advierte sobre los riesgos de distracción y dependencia. En lugar de una prohibición tajante e inequitativa, es necesario promover una alfabetización digital crítica que enseñe a todos los estudiantes a hacer un uso responsable del celular.

La tecnología no debe desplazar las herramientas tradicionales de aprendizaje, como el libro de texto y la escritura en papel, que han “demostrado que escribir y leer en papel aumenta la comprensión lectora, la expresión oral y el aprendizaje de nuevo vocabulario; lo que no pasa con la escritura y lectura en pantallas”. No obstante, los avances digitales pueden complementar y enriquecer la experiencia educativa si se gestionan con un enfoque reflexivo y equitativo.

No se trata de apoyar o rechazar la decisión ministerial, pero, en lugar de prohibir, debemos educar para que el uso de celulares en el aula, sea una herramienta de aprendizaje crítico y transformador; y también de comunicación y de seguridad.


viernes, 14 de febrero de 2025

Inteligencia artificial: adiestramiento o alienación

    La integración de la inteligencia artificial (IA) en el proceso de enseñanza aprendizaje es un hecho innegable. Desde la visión emancipadora de Paulo Freire, debemos preguntarnos si la IA fomenta el pensamiento crítico o refuerza estructuras de control y estandarización del conocimiento. No podemos aceptar pasivamente su implementación sin cuestionar los intereses que la impulsan y sus implicaciones en la formación de sujetos críticos y autónomos.

Los modelos educativos han sido impuestos por los gobiernos sin un cuestionamiento profundo, limitando la imaginación de otras formas de enseñanza. En este momento de dominación neoliberal, debemos definir el rumbo a seguir. Freire recuerda que la educación no es neutral, sino una práctica política. Si la IA se incorpora sin un análisis crítico, corremos el riesgo de reforzar la opresión y la pasividad en lugar de promover la liberación.

Se habla de implementación la IA en escuelas sin recursos básicos, donde los estudiantes enfrentan hambre y exclusión. La educación debe ser un acto de justicia social, no un espejismo que encubra desigualdades estructurales. Los estudiantes deben ser protagonistas de su aprendizaje y no meros receptores de contenidos impuestos. La IA debe potenciar la equidad educativa, no profundizar las brechas existentes.

La educación en las aulas no puede depender de algoritmos ni reducirse a respuestas correctas o incorrectas. La opacidad de la IA puede generar alienación, alejando a docentes y estudiantes del control sobre el conocimiento. Freire nos advertía sobre la importancia de cuestionar quién controla la producción y transmisión del saber. Preguntémonos ¿quién programa la IA y con qué intereses?

El acceso desigual a la IA perpetuará las brechas sociales en la educación, no debe sustituir la presencialidad ni el diálogo pedagógico, sino optimizar tiempos en el aula y favorecer la transformación social. La creación artística, la interacción humana y el pensamiento crítico siguen siendo esenciales para la formación integral.

La IA es una herramienta poderosa, pero no reemplaza la educación crítica. La clave es cómo fortalecer el pensamiento crítico sin imponer una pedagogía tecnocrática. La educación debe ser emancipadora, no de domesticación. Tampoco se trata de preparar estudiantes para adaptarse a la IA, sino de formar ciudadanos sin perder de vista la justicia social, la emancipación humana y capaces de cuestionar los grandes males sociales.

miércoles, 12 de febrero de 2025

Luego del proceso electoral aprendí

-     Aprendí que defender la educación pública y los derechos del magisterio es una tarea ardua. No solo implica enfrentar políticas que la perjudican, sino también sobrellevar la indiferencia de quienes deberían ser los primeros en alzar la voz.

-   Aprendí que lo más desalentador no es la batalla constante, sino la exigencia e ingratitud de aquellos que se benefician de la lucha y, en vez de apoyar, critican a quienes dedican su vida a defender sus derechos.

-  Aprendí que muchos han olvidado la memoria histórica, quizá por eso no se involucran en la defensa de sus propios derechos.

-   Aprendí que la sumisión, indolencia, oportunismo, conformismo, indiferencia y el individualismo han reemplazado la conciencia de clase, que ahora se prioriza el bienestar personal.

-   Aprendí que ahora no eligen líderes comprometidos con la educación, la salud y el bienestar social; que prefieren votar por sus opresores, por los corruptos responsables de la crisis.

-    Aprendí que mientras esta tendencia continúe, el magisterio seguirá siendo víctima de injusticias que afectan no solo su labor, sino el porvenir de sus familias y de las futuras generaciones.

-    A pesar de ello, la convicción sigue siendo más fuerte que cualquier desencanto...

-    A pesar de todo, sé que en las filas del magisterio aún existen maestros y maestras con conciencia de clase, con una postura firme frente a la realidad, dispuestos a continuar la lucha en defensa de la educación pública, los derechos del magisterio y de todo el pueblo.

-  Son los maestros y las maestras unionistas, quienes no se rinden ante la adversidad. Por ellos y con ellos, reafirmo con orgullo: 

    Soy Maestro, Soy de la UNE.