sábado, 22 de junio de 2024

Glorifican a Noboa mientras Abad asoma como símbolo de la controversia

Una vez posesionado el Presidente Daniel Noboa, dijo que se enfocaría principalmente en abordar la violencia, reducir la criminalidad, fomentar la inclusión económica, y atraer inversión extranjera. Para esto no ha podido conformar un equipo competente para enfrentar estos desafíos, que más allá de los “sucios pactos políticos” que él ha calificado y de los que él mismo ha sido parte, hasta la presente muy poco o casi nada de las ofertas de campaña ha podido realizar.

Noboa dijo tener una “ideología de centro con inclinaciones hacia la centroizquierda”, sin embargo, como es obvio, representa a los grandes empresarios y a la derecha reaccionaria, además hay que recordar que contó con el apoyo de los grupos Construye, Gente Nueva y Milenia. La propuesta del gobierno desde el inicio fue entreguista al FMI en lo económico y a la CIA en la seguridad interna. Sin éxito ha buscado posicionarse como una opción moderna y reformista intentando atraer a aquellos ciudadanos incautos y desencantados tanto con la derecha como con el populismo correísta.

El presidente Noboa, en su afán de deshacerse de su vicepresidenta, la “expatrió” a una zona de guerra; luego en una evidente muestra de persecución, sus colaboradores tratan de vincularla penalmente en una trama de tráfico de influencias a fin de eliminarla de la sucesión presidencial. La Asamblea Nacional les dijo no; y no porque Verónica Abad esté o no libre de culpa, sino como una muestra de rechazo a sus poses autoritarias y de totalitarismo. Así, es el propio gobierno que en el oscuro escenario político hace crecer la figura de la Vicepresidenta como símbolo de la controversia y resistencia a un gobierno prepotente; mientras su equipo asesor hace uso de la propaganda e intenta controlar la opinión pública al estilo nazista con el fin de glorificar a Noboa como un líder infalible que esté listo para la reelección.

El gobierno de la ineficacia, el gobierno de la política antipopular dedicado a perdonar deudas e impuestos a los grandes empresarios morosos que deben 7 mil millones de dólares, quienes con el aumento del IVA al 15% se enriquecieron más y ahora esperan volver a enriquecerse con la elevación de los precios de los combustibles. Si sube la gasolina sube todo, suben los precios de los productos de primera necesidad golpeando más la economía del pueblo ecuatoriano.

Esta política antipopular merece el rechazo del pueblo, es hora de la unidad de los sectores populares para votar al traste esta medida antipopular que nos empobrece cada día más, pero además el pueblo necesita unirse para construir una sociedad más justa, equitativa, con seguridad y con fuentes de trabajo para disminuir la pobreza.