viernes, 6 de noviembre de 2015

Empatía por una escuela solidaria y una patria soberana



Por prescripción médica y por esos miedos de la edad, en los últimos tiempos, camino, por los menos de la casa al trabajo y viceversa, aunque a veces flaqueo. En una de esas ocasiones que me subo al bus para volver a casa, abarrotado hasta las puertas, observo cómo la gente, al ver entrar una mujer embarazada, gira la cabeza hacia otro lado, para evitar cederle el asiento.
La mayoría de los jóvenes en el bus, como en la calle y en la escuela, siguen digitando sus celulares. ¡Seguro en sus tareas! Afortunadamente hay alguien cuya sensibilidad maternal la mueve y la lleva a hacer algo por la mujer. Empatía en el acto, es decir, esa capacidad para ponerse en el lugar del otro y saber lo que siente o incluso lo que puede estar pensando.
Esa solitaria pero repetida acción en el bus, de negar y aceptar, esa es la empatía que debería movernos a las personas a hacer cosas por los demás. A luchar por una sociedad más justa. Lo cierto, es que necesítanos de esa empatía que dé lugar a una empatía diferente, que exprese y defienda los intereses de los trabajadores y los pueblos, una empatía como un derecho y una demanda de los sectores populares, para construir una Patria solidaria y soberana.
En el ámbito escolar, dicen las colegas psicólogas, la empatía social, entre los miembros de la comunidad educativa, no solo es buena porque promueve la comprensión recíproca, lo es esencialmente para provocar el éxito en la formación integral del estudiantado, es la que permite al profesor trabajar bien en la actividad grupal incentivando el pensamiento crítico, para que los jóvenes sepan cómo actuar en circunstancias problemáticas.
Para cambiar la realidad, para mejorarla, no basta con mirar los problemas del entorno, hay que mirar el propio entorno de otra forma, fijándonos en las necesidades y preparando la alternativa de solución. De nada sirve el sociólogo, el político o el samaritano, “si no es capaz de revelarse ante las injusticias sociales”, si no es capaz de forjar la unidad a la comunidad para el ejercicio de sus obligaciones y en la defensa de sus derechos.
Volvamos a la esfera escolar, la promoción de la empatía trabajada y entendida como solidaridad y compañerismo, aumentará los resultados académicos y disminuirá el acoso y la violencia escolares.