
La violencia contra la mujer aún se puede
evidenciar en el hogar, en la calle, en el trabajo, en los centros de enseñanza, en las propias
leyes se legaliza la discriminación vulnerando los Derechos Humanos e
irrespetando el mandato constitucional que reconoce la igualdad de todos ante
la ley sin ningún tipo de discriminación.
Una coincidencia amarga, hace dos días en
Centro América se comete un doble asesinato contra dos hermanas “por razones de
celos”. Precisamente por estas fechas, el 25 de noviembre de 1960 durante la
dictadura de Rafael Trujillo en la República Dominicana se ejecuta el macabro
asesinato de las tres hermanas Mirabal, activistas políticas dominicanas que
luchaban por la reivindicación de los derechos sociales del pueblo dominicano.
A los y las docentes, nos corresponde fomentar
una educación integral que sin descuidar las capacidades intelectuales del estudiantado,
se esfuerce más por la educación de los afectos y sentimientos para convertir a
la niñez en personas autónomas que desarrollar las habilidades sociales para la
sana convivencia.
Para ello, es necesario transversalización
algunas actividades curriculares dirigidas a sensibilizar desde la niñez hacia
ellos mismos y hacia la opinión pública la generación de una conciencia social
de respeto y rechazo a todo tipo de violencia contra la mujer que en no pocas
veces permanece de forma simbólica y tolerada consciente o inconscientemente en
la familia, la escuela y la sociedad.