“Nosotros,
al trazarnos seguir la lucha revolucionaria, nos guiamos por los principios más
avanzados, por la ideología marxista. Nuestro magno objetivo es la Revolución
Socialista; se trata, no de lograr un simple cambio de hombres en el poder,
sino un cambio de sistema, el derrocamiento de las clases explotadoras y la
victoria de las clases explotadas.” Comandante Carlos Fonseca
En mi
condición de ex presidente de la Unión Nacional de Educadores, núcleo de Loja (UNE-L)
y de un maestro de base comprometido con la defensa de los más caros intereses del
pueblo, elevo mi más enérgica protesta y rechazo frente a la incivil persecución
política de nuestro presidente gremial, compañero Pepe Aponte Farfán, quien ha sido cancelado en días anteriores, por el
sólo hecho de exigir una educación emancipadora conforme lo manda la
Constitución del Ecuador, es decir, por cumplir con sus responsabilidades
gremiales como Presidente del Comité Ejecutivo Provincial de la UNE-L.
Los
maestros de pensamiento democrático demandamos la falta de responsabilidad
política del Estado en el tema del ejercicio y respeto a la libertad de
expresión y libre pensamiento que alcanza no solamente a la oposición política
sino que llega hasta los dirigentes populares. Desde las dependencias de la
Coordinación de Educación Zonal 7 donde operan el lumpen tecnócrata a vista y
paciencia de las autoridades del Ministerio de Educación y del Gobierno
Nacional quienes además le otorgan legalidad al paralelismo sindical y divisionista,
cuyos “funcionarios” en el caso de la Provincia de Loja, han sido denunciados
públicamente por la ciudadanía por su incapacidad, más de seis años entre
comillas administrando la educación lojana, sin poder hasta el momento trazar
dos líneas de un plan de desarrollo de la educación en Loja y menos aún en la
región.
Este
hecho se suma a las constantes acciones de persecución en Loja y en el país
contra los profesores que no se uniforman el cerebro de color verde- agüita ni
comparten de su pensamiento único, lo que demuestra una selectiva
direccionalidad contra la dirigencia de la UNE y los más honestos y combativos dirigentes
populares, para favorecer a la educación privada y a los intereses neoliberales.
Tengo la
certeza que la UNE-L no inclinará sus rodillas ante este hecho de pueril
persecución, por el contrario, los maestros y maestras levantaremos nuestras banderas
de lucha exigiendo justicia, y al mismo
tiempo propongo al magisterio lojano y nacional y a los sectores sindicales y
populares expresar el respaldo y solidaridad al Compañero Pepe Aponte Farfán, a
la vez que demandemos del Ministerio de Educación la correcta investigación del
proceso y la severa sanción a los tecnócratas mediocres que violan los
preceptos constitucionales y postergan las aspiraciones del pueblo lojano de
contar con una educación de calidad y una patria equitativa y solidaria.