lunes, 21 de marzo de 2011

ASESINAN A ILSE VELÁSQUEZ RODRÍGUEZ, Maestra Hondureña

Solidaridad con el Magisterio Hondureño

"Vencer no es convencer, y hay que convencer, sobre todo, y no puede convencer el odio que no deja lugar para la compasión.", Venceréis, pero no convenceréis. Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta; pero no convenceréis, porque convencer significa persuadir. Y para persuadir necesitáis algo que os falta: razón y derecho en la lucha..." Miguel Unamuno.

Me tomo el atrevimiento a nombre  de los maestros y maestras progresistas de Loja (sur del Ecuador), para expresar en primer lugar nuestra apasionada solidaridad con el Magisterio Hondureño y a todos los sectores sociales afectados por la represión oficial; pero de manera enérgica pronunciamos nuestra protesta contra el Gobierno de Porfirio Lobo Sosa por el fallecimiento de la Maestra Ilse Velásquez Rodríguez, asesinada por los cuerpos represivos el Estado cuando se manifestaba pacíficamente contra la oligarquía en defensa de los derechos populares, la democracia y la soberanía.
La Maestra Ilse Velásquez Rodríguez, una luchadora social comprometida con las causas populares que hasta el último momento de su vida se entregó a su pueblo, fue y será una compañera ejemplar, referente de la defensa de la educación pública, de los derechos del magisterio y de derechos humanos. Ilse fue una luchadora incansable junto a su familia por la vedad y la justicia en las desapariciones forzadas ocurridas en nuestro país en el marco de la doctrina de seguridad nacional en los años ochenta.
Ilse Velásquez Rodríguez era hermana del detenido-desaparecido Ángel Manfredo Velásquez Rodríguez, luchador popular víctima de la CIA estadounidense en Tegucigalpa durante la represión durante la década de los 80
Ilse Velásquez Rodríguez, a sus 59 años, como los maestros las maestras latinoamericanas progresistas, convencida de las palabras de Unamuno, de que el triunfo contra las fuerzas oscurantistas de los poderosos, aún con la incomprensión social, llegará. Ilse, sabía que el odio y la opresión de las clases oligárquicas solo serían atacados con una verdadera educación, con una educación para la emancipación, una educación que forme al hombre y a la mujer para la transformación social y nacional de nuestros pueblos.