sábado, 5 de agosto de 2023

Agosto libertario, agosto organizativo

    Los embriones libertarios de la Real Audiencia de Quito - actual Ecuador, los inició Eugenio de Santa Cruz y Espejo. El fervor por la soberanía, emancipación y representación popular del pueblo quiteño se encendió en 1808. El 10 de agosto de 1809 se da el Primer Grito de la Independencia de Quito, ese día se instaló una Junta Suprema que desconoció la autoridad de los terratenientes criollos y de la Corona Española.

    Tropas realistas llegadas de Lima, reinstalaron al gobierno del Presidente Ruiz de Castilla, servil a los reyes de España, iniciándose la persecución a los próceres de la Revolución Quiteña, que fueron encarcelados en el Cuartel Real. El pueblo quiteño se tomó el cuartel con el afán de liberar a los patriotas, fracasaron y el castigo fue brutal. El 2 de agosto de 1810 masacraron a los principales líderes de la Revolución Quiteña, extendiendo la represión a los barrios de la ciudad donde asesinaron a más de 300 habitantes.

    La masacre de los patriotas repercutió en todas las regiones de la Hispanoamérica de la época. En Quito se reunió el primer Congreso de Diputados, ellos dieron los pasos iniciales para la autonomía definitiva, crearon la primera Constitución del Estado de Quito y proclamaron nuevamente la independencia el 11 de diciembre de 1811. Traicionados por los potentados del comercio y los latifundistas, el Gobierno y Estado perduró hasta el 15 de febrero de 1812.

    Los patriotas quiteños masacrados el 2 de agosto de 1810, merecen un honroso reconocimiento histórico, porque ellos encabezaron la lucha por la libertad y contra el coloniaje. A partir del Primer Grito de la Independencia se bautizó a Quito como “Luz de América”

    Otro acontecimiento histórico en la lucha organizativa contra la explotación y dominación capitalista, ocurre el 1 de agosto de 1964 con el surgimiento del PCMLE. La formación del partido respondió a la necesidad de que la clase obrera ecuatoriana cuente con su vanguardia política revolucionaria. Este aniversario de creación coincide con un momento político de enorme importancia y trascendencia para el pueblo y el país: las elecciones anticipadas del 20 de agosto.

    Este proceso electoral es resultado de la aguda crisis política generada desde el inicio del gobierno del desencuentro por la incapacidad y desprestigio del Presidente Guillermo Lasso, que, ante la segura destitución en la Asamblea Nacional, decretó la disolución de la misma para favorecer con decretos ley a la burguesía y postergar la solución de los apremiantes males nacionales.

    Frente a este proceso electoral, el PCMLE junto a las organizaciones sindicales, campesinas e indígenas, del magisterio y estudiantes, de pequeños comerciantes y artistas populares, y de hombres y mujeres progresistas, ha decidido apoyar las candidaturas presidenciales de Yaku Pérez y Nori Pinela, y las candidaturas a asambleístas nacionales y provinciales de la Alianza “Claro que se puede” de las listas 2 – 17 – 20 quienes representan la posibilidad cierta de que atiendan y resuelvan los principales problemas y reivindicaciones de los sectores explotados y oprimidos, así como la defensa de la biodiversidad en el Yasuni.

sábado, 29 de julio de 2023

Con la memoria fresca, pero sin nostalgia

    Los sectores populares y progresistas, en particular los trabajadores y los docentes, debemos recrear y reconstruir nuestra identidad para poder volver a ser protagonistas del futuro de todos los ecuatorianos. Examinar nuestra memoria histórica, nuestro pasado reciente es necesario, pero el reto más importante es caminar hacia adelante y no hacia atrás.
    Los sectores antes mencionados, afrontan un nuevo proceso electoral, en especial las bases de las organizaciones sociales, que parecen estar repartidas entre todos los movimientos y partidos políticos, mientras que buena parte de la dirigencia a abandonado sus antiguas tiendas para aliarse o ser parte de otras con necesidades, trayectorias e ideologías aparentemente incompatibles, pero con una misma consigna: obediencia a los conspicuos y draconianos gobiernos neoliberales de turno.

    Más allá de las urgencias y apetitos económicos o políticos que pueda tener la militancia o fanaticada de la vieja partidocracia burguesa, todos ellos, ante la completa inoperancia administrativa del gobierno del desencuentro, en estos días están convencidos que tienen un mismo desafío, hacer proselitismo ofreciendo solucionar los grandes males del país, en especial la corrupción, inseguridad y falta de empleo. Sin embargo, la satisfacción de las necesidades de las masas populares, solamente podrá hacerlo quienes han batallado junto al pueblo.
    Parece que la historia se repite, el pueblo olvida a sus verdugos y como no hay el recuerdo suficiente sobre nuestro pasado reciente, la única manera de convencer a los votantes será con nuevas ideas y propuestas, con gente probada y comprometida con la lucha popular. Los trabajadores, maestros y estudiantes sabemos que la unidad de acción solamente se logra con la unidad de pensamiento desde los barrios y comunidades, desde allí se forja la unidad popular y de clase para aportar a la unidad nacional.
    En estos momentos los sectores populares y progresistas unidos alrededor del candidato presidencial, del indígena y académico, del defensor de los derechos ciudadanos, del agua y de la naturaleza, se han comprometido no solamente a ganar la Presidencia del Ecuador y las curules a la Asamblea Nacional, sino que han presentado un proyecto al pueblo ecuatoriano que contiene cuatro seguridades, sustentadas simbólicamente en la Cruz del Sur, referente histórico de los navegantes para no perderse en alta mar: “en el norte, la seguridad ciudadana y la paz social; en el sur, la seguridad económica; en el este, seguridad ética y de gobernanza y, en el oeste, la seguridad ecológica”.
    Con la memoria fresca, pero sin nostalgia, no podemos seguir repitiendo a gritos los males del pasado. Tampoco podemos conformarnos con las ofertas de quienes ahora con diverso maquillaje representan a Correa, Moreno y Lasso. Nuestra propuesta, la de los sectores populares es superadora de las reclamaciones del día a día. Y es superior, porque el objetivo no es solamente ganar, sino conducir a nuestro pueblo hacia un Ecuador justo, libre y soberano, porque los que no hemos traicionado a la patria nuestra patria debemos gobernar.

sábado, 22 de julio de 2023

Es necesario comprender la memoria histórica de nuestros pueblos

El pasado 9 de julio en la prensa escrita se publicaron editoriales y artículos referentes a la Revolución Juliana. Título con el que se caracterizó a un golpe de Estado que derrocó al presidente Gonzalo Córdova, rebelión protagonizada por la joven oficialidad militar en 1925. La Revolución Juliana reviste enorme trascendencia en nuestros días, puesto que estuvo orientada contra la hegemonía bancaria y oligárquica y al dominio político de los liberales plutocráticos causantes de la crisis de aquellos años, crisis que se repite hasta la fecha.
Sin embargo, llamó mi atención que en uno de esos editoriales se calificara a la Revolución Juliana como un “evento ignominioso en la historia de Guayaquil”, para el articulista a partir de este acontecimiento se debilitó el poder económico del empresariado guayaquileño respecto de ese mismo poder desplegado desde Quito, este desatinado análisis, solamente confirma el marcado regionalismo ejercido por la derecha oligárquica guayaquileña que veía disminuir sus ganancias por el boom cacaotero, mientras que la oligarquía quiteña latifundista, acrecentaba sus capitales explotando al campesinado.
Concierne dejar claro que dicha revolución se produjo ante el desgaste del Estado Liberal, como reacción a la usurera banca privada y al predominio de los grupos poderosos sobre el Estado. Este breve proceso de cambio, buscó favorecer a las masas populares de todo el país, dotándoles de los derechos básicos como educación, salud, carreteras y empleo, males por los que hasta hoy luchan nuestros pueblos y nacionalidades.
El Gobierno Juliano estuvo liderado por el educador, economista y político Luis Napoleón Dillon, quien impuso el interés nacional sobre los intereses empresariales privados, fiscalizó a los bancos, introdujo por primera vez el impuesto a la renta y a las utilidades, creó el Ministerio de Bienestar Social y Trabajo, la Caja de Pensiones, dictó leyes laborales y otras medidas sociales para proteger a los trabajadores y al pueblo ecuatoriano.
La necesidad de comprender la memoria histórica de nuestros pueblos nos debe motivar a quienes hacemos opinión, en especial a los docentes, a recrear y repensar la realidad, por la sencilla razón de orientar a la sociedad a entender que, a los pocos meses de la Revolución Juliana, se nombró como Presidente de la República a Isidro Ayora Cueva, en cuya gestión se crearon el Banco Central, la Contraloría y la Superintendencia de Bancos. Además, Isidro Ayora reforzó la Caja de Pensiones, la atención en educación y salud y las políticas sociales que en ese entonces transformaron al Ecuador. 
Vista previa de imagen La disputa electoral de agosto 2023 para la presidencia de la república, ha vuelto a polarizar la vida política entre el dominio de las élites económicas que han absorbido el Estado para imponer un régimen oligárquico sumiso a las recetas del FMI, y el ascenso social de sectores progresistas y democráticos representados por Yaku Pérez, porque esta vez no se trata de cambiar un presidente, hay que construir la Patria Nueva, aquella que siente las bases para reestructurar administrativa y políticamente el país. Esta vez “claro que se puede”, porque esta vez con Yaku Pérez ganará la naturaleza, el Yasuní y todo el Ecuador.
 
Defendamos el Yasuní votando SI, porque los pueblos en aislamiento lo están defendiendo con sus lanzas y con sus vidas