viernes, 31 de mayo de 2024

"Dad al Pueblo lo que es del pueblo” y a Jorge Escala: dad el voto popular

Los ecuatorianos a veces somos muy críticos señalando fallas y errores, pero la mayoría de las veces no queremos involucrarnos en denunciar esos hechos, quizá por los riesgos que representa hoy en día la corrupción oficial aliada a la delincuencia organizada que ha sembrado el más brutal y sangriento miedo que haya conocido nuestro país.


Con fuerza y sin temores deberíamos exigir que se sancione con severidad todo tipo de corrupción venga de donde venga. Por ejemplo, la evasión de impuestos de la clase empresarial que perjudica al fisco y explota a los trabajadores, saquea la naturaleza, acumulando fortunas sobre la sangre, sudor y lágrimas de las mayorías populares.

Cuando los fariseos maliciosamente preguntaron a Jesús, acerca de si era justo pagar los impuestos al emperador romano. Él les contestó: "Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios". En estos días de mentiras y proselitismo electoral, el pueblo parafrasea "dad al César lo que es del César” y al entorno familiar y empresarial de Daniel Noboa, que le cobren los millones de dólares que por impuestos deben al SRI, cuyos intereses han sido perdonados con la complicidad de la mayoría de asambleístas.

En el perverso sistema capitalista, la educación, la vivienda y la salud, son tratadas como mercancías, todo es rentable. Para los empresarios que son quienes manejan y controlan los gobiernos y los medios de comunicación, un niño que asiste a la escuela, es un ciudadano menos a quien engañar; un enfermo que se sana es un cliente que pierden; un techo para una familia, significa un chulco eterno. Para estos mercaderes, resulta provechoso tener a millones de personas encadenadas a la pobreza; y esa lógica capitalista explica la ausencia casi absoluta de políticas públicas en beneficio de todos.

Unidad Popular recogiendo el clamor de varias organizaciones gremiales, entre ellas la UNE, ha planteado para las elecciones 2025 la candidatura a la Presidencia del Ecuador, al Profesor Jorge Escala Zambrano, un maestro combatiente, un líder popular, leal y honesto, consecuente defensor de los derechos de todo el pueblo; siempre ha estado desenmascarando a la rapaz oligarquía.

En un gobierno de la Unidad Popular y de los trabajadores, encabezado por el profesor Jorge Escala Zambrano, todas las políticas públicas estarían concebidas para mejorar la calidad de vida de todo un pueblo; y no para que un puñado de multimillonarios incrementen sus fortunas, a costa del sacrificio de los más pobres.

 

viernes, 24 de mayo de 2024

Unidad Popular por el anhelo histórico de emancipación


Escala denuncia presunta corrupción en la Aduana | La República EC

    Las experiencias históricas entrecruzadas y entrelazadas de la protesta social de los pueblos a lo largo de la historia, como la de sus deseos, narraciones, quimeras y concepciones utópicas que acompañaron esas protestas en aras del pleno disfrute de los derechos humanos y en la esperanza de una vida digna, siguen siendo postergados por los gobiernos que anteponen el capital empresarial al bienestar social.
  Luchar por la justicia, como estrategia por acabar toda forma de explotación y a fin de lograr que ese otro mundo es posible, hay que elevar el grado de conciencia para contrarrestar la ofensiva y la acción devastadora del régimen capitalista, que se sostiene por la ambición, el afán de lucro y las ansias de poder, para lo cual cuentan con los grandes medios de comunicación, que bajo la infamia y la mentira combaten, la emancipación, la solidaridad, la organización, la movilización, la dignidad, la igualdad y las ideas socialistas.

Aquellos que defienden la libre empresa y la “vida eterna”, sostienen que la pobreza y la opresión son consustanciales al ser humano, para ello se apoyan en las aberraciones de su propia propaganda mediática, atacando y persiguiendo a los líderes y dirigentes populares, a las organizaciones progresistas, a la izquierda y al socialismo; las macabras falacias que ellos repiten y pintan carecen de todo soporte verificable. De lo que no hay dudas, es que la opresión de la derecha en el país tiene más de 200 años de historia y de rechazo.

Sin entrar en detalles, repasaré brevemente tres hechos que no pueden pasar por alto a la hora de refrescar la memoria histórica ecuatoriana. La Masacre del 15 de noviembre de 1922, cuando en Guayaquil, en respuesta a una huelga general y a una marcha multitudinaria, el ejército asesinó a mansalva a cientos de obreros y artesanos, que luego fueron arrojados al Río Guayas. Otro echo es, la Revolución del 28 de mayo de 1944, conocida como la “Gloriosa de Mayo”, que depuso al Gobierno pro oligárquico de Arroyo del Río, quien, para mantener los privilegios a favor de la burguesía costeña, reprimió con crudeza al creciente movimiento obrero y sindical. Y un tercero, es la matanza a los trabajadores del Ingenio Aztra en octubre de 1977, por que se atrevieron a exigir el cumplimiento de sus derechos laborales.

Son muchas las protestas, de las cuales han sido actores los sectores populares y la izquierda revolucionaria. Pero también son muchos los asesinatos, las dictaduras auspiciadas y hasta ejecutas por la CIA.

De allí, la necesidad de la unidad popular de las organizaciones, que conscientes de que "toda la historia de la sociedad humana, es una historia de lucha de clases”; se organizan en torno a la candidatura de un hombre de pueblo y líder magisterial, defensor de la educación publica, el Profesor Jorge Escala Zambrano para defender ese anhelo histórico de emancipación de los pueblos y nacionalidades del Ecuador para construir la patria nueva.

 

viernes, 17 de mayo de 2024

Más temprano que tarde, el pueblo se levantará, para construir la patria nueva

El discurso de las élites dominantes, sobre la corrupción, pobreza y desigualdad, siempre es el mismo, santificar la pobreza como si fuera una bendición de Dios y negar la realidad apremiante que vive la mayoría de la población. Así les es más fácil acumular mayor riqueza y poder para sí, y no invertirla en obra pública para beneficio de todos.

Hace poco, el presidente Noboa, el político nuevo que gobierna a la vieja ultranza, que “los pobres son pobres porque quieren, que sí trabajarán como él, tendrían varios platos de comida, plato fuerte y hasta postre”. De esa manera sostienen que la desigualdad es natural y no es causa de pobreza; al contrario que “la ambición de ser rico es la causa del desarrollo”.

El presidente Noboa argumenta que no podemos recuperarnos económicamente ni superar la pobreza, porque arrastramos la corrupción de gobiernos anteriores, por la crisis de la pandemia y por la violencia delincuencial. Lo cierto es que, las crisis generadas por los gobiernos neoliberales de turno, continúan a un ritmo galopante y siempre golpeando a los sectores populares.

También es cierto que las élites políticas en alianza con los grandes empresarios, organizan empresas electoreras para encaramarse y mantener el control del poder en beneficio personal y de sus grupos. Se respaldan en un engendro de oportunistas que olfatean el dinero público para convertirse de la noche a la mañana en nuevos ricos sin esfuerzo, o como resultado de la corrupción, del testaferrismo y del lavado de dinero del narcotráfico.

Si el gobierno, sigue descuidando el establecimiento de políticas sostenidas en el tiempo para superar las inequidades sociales, entonces debido a la ineficacia e ineficiencia administrativa, los recursos públicos destinados a los servicios sociales básicos, irán a parar a los bolsillos de unos cuantos delincuentes de cuello blanco que nos condenan a vivir en una sociedad atrasada y mediocre, donde la corrupción y la impunidad son una maña institucionalizada.

El propio FMI reconoce que “la brecha entre ricos y pobres en el Ecuador es la más grande registrada en las últimas décadas”. Buena parte de la población ve como sus ingresos no alcanzan para cubrir sus necesidades básicas, mientras la concentración de la riqueza en pocas manos, convierten a los pobres en campo de cultivo del populismo que se aprovecha de la frustración de la gente. Más grave aún, es que debido a la falta de oportunidades laborales o de ingreso a la universidad, la juventud mire al crimen organizado como una fuente de trabajo.

No creamos que al pueblo le gusta ser pobre, mucho menos que prefiere vivir así. Más temprano que tarde, se levantará, se organizará y tomará las riendas del poder para construir la patria nueva, esa patria, que si es posible.