domingo, 13 de abril de 2025

13 de abril: Honor y Gloria a la Maestra y al Maestro

 

“Usted formó mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso”

Con estas palabras inmortales, Simón Bolívar rinde tributo a su maestro Simón Rodríguez, síntesis viva del rol transformador que cumple el verdadero educador: sembrador de conciencias, forjador de pueblos, arquitecto de la Patria nueva, emancipada y soberana.

Cada 13 de abril, Día del Maestro, conmemoramos la vida y legado de gigantes como Eugenio Espejo, Juan Montalvo, Pío Jaramillo, Dolores Cacuango, Rosita Paredes, Eloy Alfaro, Miguel Riofrío, Benjamín Carrión y tantos más que empuñaron la palabra, la pluma y la tiza como estandarte emancipador. Sus ideales siguen vivos en las aulas y en las calles donde se lucha por la dignidad y la justicia.

Con la misma fuerza, honramos a los cientos de maestras y maestros anónimos, mártires silenciosos de la esperanza, que han entregado su vida en cuerpo y alma a la causa educativa, convencidos de que enseñar es resistir, y educar es liberar. Nadie nos arrebatará el sueño ni la convicción de que la educación es el arma más poderosa para transformar la historia, para derribar las cadenas de la opresión y para construir un porvenir donde quepamos todos.

La Constitución consagra a la educación como derecho humano, deber ineludible del Estado, y motor esencial para la igualdad, la inclusión y la emancipación social. Bajo ese espíritu, el pueblo ecuatoriano apostó por una educación pública, gratuita, humanista, democrática, soberana, independiente, intercultural, plurinacional laica y liberadora. Sin embargo, en los tiempos actuales, la educación ha sido reducida a una política de compensación social, sin el presupuesto constitucional, lo que disminuye la calidad de la educación y desvaloriza el rol sagrado del maestro. Frente a este agravio, las maestras y maestros alzamos nuestra voz. No por nostalgia, sino por conciencia. No por lamento, sino por lucha.

El próximo domingo 13 de abril, coincidencia o no (elecciones generales), una vez más se posterga el reconocimiento a la ardua labor de las maestras y maestros ecuatorianos. No obstante, lo anterior, vaya para ellos, un saludo combativo y fraterno. A ustedes que a diario siembran dignidad y cosechan futuro; que encuentran su mayor recompensa en la mirada luminosa de la niñez y la juventud. Honor y Gloria eterna a ustedes que son la llama viva de la transformación social.