domingo, 30 de abril de 2023

Primero de Mayo, una fecha heroica

El Primero de Mayo es una fecha de heroísmo, que recuerda el sacrificio de los obreros de Chicago, quienes fueron asesinados por demandar una jornada laboral de ocho horas y el mejoramiento de las condiciones de trabajo.

 

La historia de esta fecha es conocida por todos. Sin embargo, vale recordar que a partir de este vil asesinato colectivo en 1886, se forjó la unidad de la clase obrera en su afán de enfrentar la arremetida de la burguesía criolla e internacional en todos los pueblos del mundo.

 El Ecuador atraviesa una crisis integral que afecta a toda la población. No hay nuevas fuentes de trabajo; el descuido de la salud y la educación públicas ha aumentado; la mayoría de las carreteras están en mal estado. La incertidumbre por el tema de la inseguridad llegó a las aulas escolares, es creciente el aumento de la violencia, acoso sexual y suicidios de los cuales el único responsable es el ministerio de educación.

El gobierno de Guillermo Lasso, al igual que los de Lenin Moreno y Rafael Correa no pagan la deuda que mantienen con el IESS y, sin embargo, cumpliendo las recetas del FMI, perdonan deudas millonarias a los grupos económicos más poderosos. Es decir, se gobierna para la burguesía y no para todo el pueblo.

La institucionalidad pública y privada del país está tomada por el narcotráfico y grupos de delincuencia organizada. El Presidente Lasso dice que la violencia en las calles “es una guerra entre ustedes y la delincuencia”, declarándose incompetente para enfrentar este problema. En estas circunstancias, el pueblo demanda la salida de Lasso. Hay que entender que el juicio político, no significa que el pueblo tiene confianza en la Asamblea Nacional, porque también esta es responsable de la crisis que vive el país.

Por eso, el pueblo debe permanecer vigilante del proceso y de la actuación de los asambleístas en el juicio político; pero, sobre todo, del trámite de leyes que puedan significar un retroceso de los derechos y conquistas laborales y la libertad de expresión garantizados en la Constitución, que pretenden ser echados al traste con decretos que permiten la tercerización, el despido de los trabajadores e impiden la organización sindical.

Este Primero de Mayo corresponde a los trabajadores, a los educadores y al pueblo, levantar la bandera de la unidad y lucha popular en homenaje a los obreros guayaquileños masacrados el 15 de noviembre de 1922, y a los trabajadores del Ingenio Azucarero Aztra, también masacrados el 18 de octubre de 1977, ambos crímenes de lesa humanidad.

Este Primero de Mayo, los trabajadores, los educadores y el pueblo marcharemos exigiendo la salida del Presidente Lasso. Saldremos a enfrentar la división impuesta por la CIA y secundada por Rafael Correa, Lenin Moreno y Guillermo Lasso. Saldremos a manifestar nuestra solidaridad con la clase obrera y los pueblos del mundo que se levantan por mejores días.

¡Viva el Primero de Mayo, viva la lucha de la clase obrera!

sábado, 22 de abril de 2023

Las delicias del poder

   Los decepcionantes resultados de la consulta nacional, la obstinada negativa del gobierno a escuchar al pueblo, el inservible "diálogo” entre el gobierno y sus panas, la urgencia de acelerar la privatización del Estado y la precarización laboral, o lo que es lo mismo, la precarización de la miseria, agravada con el crecimiento geométrico de la inseguridad social, inseguridad que no solo significa la criminalización de lo cotidiano, sino la institucionalización de la corrupción.
   El presidente Guillermo Lasso, oficialmente apoyado por la oligarquía y apenas discretamente emplazado a mantenerse firme en el combate a la corrupción, ve a diario quebrantar su salud y la del gobierno. Los ministros encargados del frente social no desmayan en provocar al movimiento social y descargar amenazas al pueblo. En definitiva, no hay nada que esperar del padrino y empleado de la oligarquía banquera. El país lo administran mediante el chantaje político solamente para los grupos de poder. Se olvidan de las necesidades y derechos básicos del pueblo.
   En cuanto al juicio político, al presidente Lasso y a su Gabinete, no les importa haber perdido el respaldo popular o tener en contra a la mayoría de la Asamblea Nacional, e incluso hacerse el sordo ante los pedidos de ciertos periodistas que hasta hace poco lo respaldaban y que hoy le recomiendan que se vaya. Pero el presidente Lasso dice gozar del respaldo de los hombres del maletín que al parecer ya han negociado votos de asambleístas de la Izquierda Democrática y Pachakutik. También está seguro del apoyo de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas, quienes siempre están listos para castigar a los trabajadores, a los estudiantes y a los sectores populares que rechazan la política antipopular y la arremetida neoliberal.
   Es en estas condiciones que el gobierno del encuentro quiere hacer las veces de pastorcillo insistiendo en un diálogo social que siempre se resume en la dictadura de los grandes empresarios y del FMI que en la práctica son quienes nos gobiernan. Para ello, Guillermo Lasso, utiliza los sindicatillos que dejó creando Rafael Correa y Lenin Moreno, es decir a un grupo de oportunistas y divisionistas que buscan beneficios propios, a quienes con certeza el próximo primero de mayo los veremos desfilando en dirección opuesta al Frente Unitario de Trabajadores FUT y a la clase trabajadora, lo cual, sin duda, la prensa oficial resaltará como respaldo al gobierno y no como lo que realmente es, una desastrosa traición de clase.
   Nadie puede negar que la gran mayoría de los ecuatorianos ya no aguantan más al banquero. Mientras tanto la permanencia de Lasso en el gobierno atenta contra la propia democracia burguesa, contra la seguridad social, agravada con la criminalidad que campea por todo el país.
   Por ello, la alternativa es organizarse y fortalecer la movilización y unidad popular en defensa de la vida y de los derechos ciudadanos, bajo la consigna: “solo el pueblo salva al pueblo”.