sábado, 8 de marzo de 2025

8 de Marzo: un llamado para enfrentar al capitalismo y al patriarcado

La lucha de las mujeres por la igualdad y el respeto a sus derechos no puede entenderse sin considerar el contexto de lucha de clases. El sistema capitalista se nutre de la opresión y explotación de la mujer, para la perpetuación de la dominación de las élites sobre el pueblo trabajador. La democracia burguesa, subordina a las mujeres no solo por su condición de género, sino también por su condición de clase, especialmente, aquellas provenientes de los sectores populares.

En Ecuador, los gobiernos en complicidad con ciertos sectores de la iglesia han obstaculizado la participación política de las mujeres, lo hacen porque una verdadera emancipación femenina atenta contra los intereses de la oligarquía. Casos como el de Rosalía Arteaga y Verónica Abad evidencian que el sistema de poder está diseñado para excluir a las mujeres del control político real, utilizándolas solo como fachada para la legitimación del orden vigente. La equidad de género no es tal si no va acompañada de un cambio estructural que incluya la toma de decisiones desde las organizaciones de base de las mujeres trabajadoras y campesinas.

La lucha feminista no puede reducirse a una mera inclusión en el sistema capitalista, pues cualquier intento de reforma sigue reproduciendo exclusión y opresión. La verdadera emancipación de la mujer exige una transformación radical de la sociedad, basada en la unidad de los sectores populares y en una conciencia de clase proletaria. Es necesario construir una plataforma unitaria que articule la lucha de las mujeres con la lucha de la clase obrera y los pueblos. Pues solo con la acción colectiva y la organización popular se podrá alcanzar la verdadera igualdad.

La historia ecuatoriana está marcada por la firmeza de mujeres como Manuela Espejo, Manuela Sáenz, Manuela Cañizares, Matilde Hidalgo, Dolores Cacuango, Tránsito Amaguaña, Rosita Paredes y muchas otras que han enfrentado la explotación y opresión capitalista.

Clara Zetkin, pionera del Día Internacional de la Mujer, cuyo legado de lucha por la justicia social y los derechos de las mujeres sigue vigente; recuerda que este 8 de marzo debe ser un reconocimiento a la lucha de la Mujer Trabajadora, Campesina y Maestra por una justicia real. Pues, la igualdad de género es un derecho a conquistar con organización y resistencia; y, no de rodillas.