sábado, 27 de diciembre de 2014

La resistencia es la esperanza que da fuerza a los pueblos y la certeza de nuevos y buenos tiempos

Por: Rossana Palacios/Presidenta UNE-Nacional
Por un lado el gobierno suplica a las transnacionales mineras que vengan a depredar nuestro territorio, a atentar contra la vida de nuestros pueblos y de nuestra naturaleza, exonerándoles del pago de impuestos con la denominada “estabilidad tributaria”, por otro exprime el bolsillo de los trabajador es, con reformas como las planteadas al Código del Trabajo, que incluyen la obligatoriedad de aportar al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) a todo trabajador autónomo, profesional en libre ejercicio, el menor trabajador independiente, las personas que realizan trabajo no remunerado del hogar, etc., quienes deberán aportar, de manera obligatoria, sobre la base de un cálculo que nadie sabe de qué manera se realizará.
Este tipo de respuestas da el régimen a la crisis económica, producida por la caída del precio del petróleo, así como por la revalorización del dólar y la consecuente caída de la balanza de pagos.
¿Y cómo entiende el correísmo, el famoso cambio de la matriz energética? De este modo: hay que explotar el Yasuní, para vender un mayor volumen el petróleo, pero al mismo tiempo hay que entregar nuestro subsuelo a las trasnacionales mineras, para que nos entreguen pírricas ganancias, a cambio de la destrucción de los ecosistemas y de la vida de los pueblos que viven en esas zonas.
Nunca en la historia del país pudieron estar más contentos los grandes grupos económicos, con un gobierno que vocifera ser de izquierda, pero sirve mejor que nunca a la derecha. Las medidas con las que el gobierno pretende ajustar los problemas fiscales que le surgirán con la baja del precio del petróleo, jamás incluirían una afectación a esas 500 familias ricas, que no solo que engordan sus bolsillos hoy, sino que esperan con ansias el famoso “cambio de la matriz productiva”, para recoger todavía en mayores proporciones, el fruto de la sobreexplotación a la clase obrera.
En las famosas enmiendas constitucionales el propósito principal es permitir que Rafael Correa vuelva a ser candidato, no son capaces de respetar la opinión mayoritaria de los ecuatorianos.
No escuchan la idea distinta, más bien la criminalizan, la persiguen de forma brutal, como ocurrió con estudiantes del colegio Mejía sancionados varias veces por el mismo supuesto delito: participar en las protestas contra el régimen. O como los activistas defensores del Yasuní, que fueron detenidos y tratados como delincuentes por viajar en una caravana hacia la cumbre climática, en Perú, a denunciar lo que ocurre con la amazonía en el Ecuador.
Está por concluir un año de profundización del perfil autoritario del Estado, con una Asamblea Nacional desprestigiada por su sumisión al ejecutivo y la promulgación de un conjunto de leyes antipopulares. Con un paquete de enmiendas que transgreden la Constitución de Montecristi, abriendo el camino para la reelección presidencial estableciendo normativas que afectaran los derechos de los trabajadores y los pueblos y los intereses del país.
Terminamos el 2014 como un preámbulo de abiertas regresiones, de afirmación de la dependencia extranjera, de mayor injerencia del FMI y el Banco Mundial, de mayor deuda externa, con una nueva muerte la del dirigente Shuar José Tendetza. Pero así mismo, termina el año con un gran augurio de fortalecimiento de la unidad popular, de fortalecimiento de la lucha social, del liderazgo de las organizaciones sociales y populares y políticas de izquierda.
Por ahora, estas festividades de diciembre serán, como siempre ha ocurrido, un espacio para el regocijo y la unión familiar, pero en medio de esto no dejará de hablarse de cómo se desarrollará la lucha social en el 2015, un año que para los pueblos la palabra es: optimismo, para el gobierno: incertidumbre. Un año para el paro del pueblo!

viernes, 26 de diciembre de 2014

Paradójica forma de hacer revolución

El Gobierno Nacional del Ecuador reconoció que desde el año 2011 aspiraba despojar a la CONAIE del edificio que les fue entregado en comodato luego de la histórica jornada de inicios de los noventas, en la que la organización indígena tuvo una destacada y valiente participación socio político que inicio el camino para devolverle la dignidad a los pueblos postergados por los gobiernos de turno entregados al capital extranjero. Sin embargo, ahora se argumenta de manera humillante y displicente que la CONAIE y su edificio han sido utilizados con fines políticos.
¿Acaso los respaldos de 2006, 2007 y 2008 de las organización populares y sindicales como la Confederación de Nacionalidades Indígenas y la Unión Nacional de Educadores al Presidente Correa no fueron acciones políticas? 
El distanciamiento de las organizaciones políticas y sociales que apoyaron la revolución ciudadana se debe a que la dirigencia “revolucionaria” se alejó del proyecto originario respaldándose en la persecución e intimidación social a quienes no se uniforman del pensamiento oficial, a quienes ejerciendo el derecho constitucional de la protesta social, buscan construir un país de consensos que respete y defienda los derechos de los ciudadanos.
Enrique Ayala Mora expresa que en cualquier país del mundo. “Un gobierno de izquierda no intenta destruir las organizaciones sociales ni al pueblo organizado, agrediendo o dividiendo a los sindicatos, a las organizaciones gremiales, indígenas o movimientos sociales… que son los regímenes autoritarios, quienes lo hacen”
Efectivamente sólo en los regímenes dictatoriales, de forma antojadiza y unilateral se dividen o crean estructuras sociales paralelas y a la par se derogan, disminuyen o avasallan los derechos a la organización y a la libre expresión política.
Dirigentes populares y políticos tienen plena conciencia de sus acciones al denunciar como en este gobierno se ha “configurado y fortalecido el modelo económico y político capitalista”. Saben también que la cárcel, persecución o quitarles su casa, son sólo maniobras insolentes y contrarias a los principios democráticos e inaceptables en un gobierno que hacia  fuera se muestra como de izquierda, mientras hacia dentro, si bien se ejecutan obras al puro estilo populista, a la par se ejercen políticas equivocadas que constantemente perjudican a todos los sectores sociales de nuestro país.
Ambas situaciones se encuentran relacionadas y evidencian claramente un hostigamiento y persecución sistemática a los luchadores populares y organizaciones de los pueblos que son partícipes del actual movimiento social por la defensa de la soberanía nacional y la construcción de la patria nueva.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE DE ECUADOR, RAFAEL CORREA DELGADO


“sería un acto valeroso de inteligencia política devolver el local y reconocer así esa larga historia de luchas democráticas donde la CONAIE ha tenido participación destacada" 

17 de diciembre de 2014


Señor Presidente Constitucional del Ecuador Rafael Correa Delgado

Presente.-


Quienes suscribimos esta carta recibimos sorprendidos la noticia de que el gobierno del Ecuador decidió revocar el convenio de comodato establecido en el año 1991 para el uso del edificio de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, CONAIE. A nuestro juicio es evidente que las razones aducidas (la utilización del local para la rehabilitación de jóvenes con problemas de adicción) no son satisfactorias: un Estado como el ecuatoriano dispone de muchos lugares en mejores condiciones y ubicación para semejantes tareas. La medida carece de justificación.

Más que un acto de retaliación esto constituye una falta de respeto a la memoria y la historia de una organización a la que el Ecuador le debe luchas democráticas y transformaciones sociales extraordinariamente profundas y positivas. Más que un acto administrativo sin intención política, parece una prueba de sectarismo muy  preocupante. Más que un acto aislado, parece el más reciente incidente de una sucesión de episodios de intolerancia hacia la crítica de diferentes movimientos sociales del más variado tipo.

En nuestra opinión, su gobierno no necesita semejantes exabruptos y pierde autoridad moral con esta lógica de afirmación de fuerza y de intimidación. No es tarde para rectificar. Sería un acto valeroso de inteligencia política y de generosidad de su parte si diera una prueba contundente de reconocimiento a las históricas gestas liberadoras de la más grande de las organizaciones de los pueblos y nacionalidades indígenas del Ecuador. Los pueblos de nuestra América y las fuerzas progresistas del mundo entero no olvidan esa gloriosa historia. Usted tampoco debería ignorarla.

Atentamente,
La carta la firman cerca de 500 intelectuales como Eduardo Galeano, Elmar Altvater, Eric Toussaint, Francois Houtart, Aníbal Quijano, Alejandro Bendaña, Maristella Svampa, Arturo Escobar, Silvia Rivera Cusicanqui, Edgardo Lander, Liisa North, Nnimmo Basey, Alain Lipietz, Oscar Ugarteche, Michael Lowy, entre otros, concluye que es necesario rectificar: 
“sería un acto valeroso de inteligencia política” devolver el local y reconocer así esa larga historia de luchas democráticas donde la CONAIE ha tenido participación destacada. 
(Tomado de la revista digital rebelión: http://rebelion.org/noticia.php?id=193552)

martes, 23 de diciembre de 2014

Respuesta al Presidente Rafael Correa



Boletín / Jorge Herrera Morocho

Respuesta al Presidente Rafael Correa
Su pronunciamiento el pasado sábado en el enlace ciudadano 403, reafirma la decisión de despojar a la CONAIE de su casa. Una vez más, escuchamos con atención de como su gobierno se ha referido a nosotros los pueblos y Nacionalidades indígenas, de forma displicente y humillante, construyendo un relato falso respecto de lo que Usted cree que somos.
Se refirió múltiples veces a lo que la CONAIE dijo o hizo, sin jamás citar las palabras de nuestros dirigentes elegidos en congresos donde participamos nunca menos de cinco mil delegados. Victimizándose, mencionó pronunciamientos en su contra, que jamás fueron emitidos por nuestra dirigencia. Hizo lo que han hecho en toda nuestra historia y por lo cual seguimos luchando contra la colonialidad y el racismo que atraviesa a la sociedad ecuatoriana:
Usted le dio hablando a los pueblos indígenas, usurpando nuestra palabra, y creando con todas las herramientas que tiene el poder, una caricatura de lo que usted cree que es el movimiento indígena.  No le respondemos en los mismos términos porque la dignidad de quienes resistimos por siglos nos ha enseñado que las palabras claras son más sabias que las contestaciones rudas y absurdas.
Este Estado, esta “revolución” como usted le llama, no es ni va a ser lo que quisimos como proyecto histórico para el Ecuador. Y aunque intente negar y deslegitimar a las voces que sistemáticamente planteamos esas contradicciones, dejarnos sin techo, acusarnos de ser de derecha, individualizar nuestras palabras colectivas… esos son los límites de la revolución que no fue, y que profundiza su fracaso en cada enfrentamiento con el campo popular al que tanto teme. Por eso, frente a los argumentos que esgrime para fundamentar el derecho del Estado para despojar a la CONAIE de su casa, decimos lo siguiente: Primero, no reclamamos este inmueble como derecho ancestral por el cual se reconoce la  preexistencia de nuestros pueblos al Estado y por lo tanto nuestros derechos colectivos, el derecho al territorio, a la autodeterminación, etc.-, sino como reparación histórica, que es una reclamación política, y que reivindica que la economía del Estado Nación fue erigida sobre la fuerza del trabajo esclavo y explotado de nosotros los pueblos indígenas, despojados de nuestras tierras, de nuestros nombres, de nuestras vidas durante siglos. Y que para construir una sociedad de carácter plurinacional e intercultural, esa historia debe ser reconocida y reparada, al igual que la de todos los pueblos del mundo que han sufrido el sojuzgamiento y el genocidio como nosotros. Sin embargo, los pueblos y nacionalidades indígenas no queremos paternalismos. Lo hemos planteado así desde que en 1990 salimos a la escena política para denunciar el Estado Colonial y dijimos “nada sólo para los indios”.
Seremos libres cuando la sociedad ecuatoriana sea justa e igualitaria para todos los pueblos, trabajadores del campo y la ciudad.
Usted reclama que “por ponernos poncho” pretendemos estar sobre la ley, que somos iguales, somos libres y debemos ser fraternos. Pues le recordamos que las ideas liberales de la igualdad, la libertad y la fraternidad parten de una ficción: la libertad y la igualdad ante la ley entre quienes vivimos en la desigualdad en términos económicos, sociales, raciales, culturales y de género; presentada como universal pero que está contrastada con la subordinación social,  política y económica en la que permanecen las mujeres, los pueblos indígenas, los trabajadores explotados, etc. Los ideales del liberalismo como Usted los plantea son la base de la sociedad uninacional y capitalista, que cuestionamos con la propuesta del Estado Plurinacional.
Lamentamos que la memoria corta de este gobierno intente inaugurar la historia hace diez años, y que confunda ahora conceptos que parecía tener claros cuando, sin ser nadie, vino a pedir el apoyo de la CONAIE. Parece que el poder borra rápido lo comprometido con la palabra hablada. Segundo, la política, aquella actividad que el Che Guevara -a quien usted cita cotidianamente- consideraba no sólo una ciencia, sino un arte y una pasión en tanto sea una herramienta para transformar la realidad de los pueblos y no un monopolio de partidos políticos electorales. Esa política como la comprendemos los pueblos, está en el corazón de las luchas y la vida socio organizativa del movimiento indígena, aunque virtualmente este gobierno pretenda separar ámbitos inseparables, y plantear que es la política lo que viola un comodato. Pues es en ese mismo espíritu que en la casa de la CONAIE se han discutido los grandes momentos de la historia nacional. Por ello, hagamos memoria, ante los hechos que ocurrieron el 30 de septiembre de 2010, contrario a lo que Usted afirmó que dijimos, reunidos en esta casa el movimiento indígena expresó:
“ante la sociedad ecuatoriana y la comunidad internacional su rechazo a la política económica y social del gobierno, y con la misma energía rechazamos también las acciones políticas de la derecha, que encubierta, forma parte de un intento de golpe de estado, y por el contrario el movimiento indígena seguiremos luchando por la construcción del Estado Plurinacional con una verdadera democracia.
Consecuentes con el Mandato de las comunas, pueblos y nacionalidades y fiel a nuestra historia de lucha y resistencia contra el colonialismo, la discriminación y la explotación de los de abajo, de los empobrecidos, defenderemos la democracia y los derechos de los pueblos: ninguna concesión a la derecha.” (Pronunciamiento de la CONAIE el 30 de septiembre de 2010)
Tenemos plena conciencia de lo que hemos hecho como organización de los pueblos y las nacionalidades del Ecuador. Hemos estado pacientemente observando cómo se ha configurado y fortalecido el modelo económico y político capitalista, que rige en este país en los últimos años, como se han traicionado las promesas de una reforma agraria, como quedó en el papel la  plurinacionalidad y se ha fortalecido un estado más colonial que nunca, cómo se ha coartado legalmente la existencia de los pueblos y nacionalidades como sujetos colectivos, como se ha despreciado a los sectores populares y cómo se ha pactado con los grupos empresariales el rumbo de la economía que transita sin vacilar hacia un capitalismo global y depredador. Quitarles su casa a los pueblos y nacionalidades es una pequeña pieza de todo esto. Pero una que vamos a resistir, porque defender esta casa es defender la posibilidad de un proyecto  popular y plurinacional que aún está por construirse en ese país.



domingo, 21 de diciembre de 2014

Entrevista a Jesús de Nazareth ¡Feliz navidad!



Por Marcelo Colussi / Tomado de Rebelión, 18-12-2008
El periodista suizo Heinrich Unheimlich, famoso por su penetrante espíritu investigativo y por las osadas entrevistas que pudo conseguir en su dilatada carrera profesional, nos volvió a sorprender recientemente. Sin revelar nunca cómo lo obtuvo, pudo establecer contacto con Jesús de Nazareth, quien aparentemente estaba de incógnito en nuestro planeta, y forzarlo a responder algunas preguntas. Se dijo en un primer momento que el reportaje era apócrifo, pero la cinta de audio (un viejo cassette convencional de grabadora manual), sometida a las más rigurosas pruebas –en centros académicos del más alto nivel e incluso en la NASA –, demostró su autenticidad. No pudo tomar fotos (según contó luego Unheimlich, al querer fotografiarlo usando su teléfono celular, el mismo se bloqueó inexplicablemente… ¿Milagro?). De todos modos, aún quedando en las tinieblas los pormenores de la entrevista, lo importante es que la misma pudo realizarse y luego difundirse.

No pueden dejar de mencionarse dos aspectos importantes, aparentemente marginales al contenido específico de la nota periodística, pero que dan un talante de lo que allí está en juego: por un lado, la grabación del reportaje está hecha en alemán con acento de Zürich en su primera parte, cambiando luego al francés –cambio que inopinadamente hizo el entrevistado– para seguir más tarde en arameo, lengua que, al no ser comprendida por el entrevistador, hizo dar por terminado el reportaje en forma un tanto abrupta. Y un segundo elemento no menos significativo cual es el hecho que, dos días después del encuentro –aparentemente fue en un centro comercial de Ámsterdam, según una versión, o en un hotel en El Cairo, según dicen otros– Unheimlich perdió el habla, que no ha vuelto a recuperar hasta la fecha, y desarrolló un repentino cáncer de próstata.
Gracias a avatares del destino, hoy llegó a nosotros esta riquísima pieza, no digamos ya del periodismo sino de la producción cultural universal, que ahora ponemos a disposición de los lectores en idioma español. Entendemos que la ocasión es más que propicia, dada la cercanía de la cristiana fecha de la Navidad. Ustedes juzgarán.
Heinrich: Jesús, ¿qué anda haciendo por aquí casi de incógnito? ¿Y cómo encontró las cosas ahora?
Jesús: Mal, muy mal. La verdad es que siempre le damos seguimiento a este planeta, nos interesa mucho…
Heinrich: Perdón que lo interrumpa: habla en plural. "Le damos seguimiento" dice. ¿Quién además de usted?
Jesús: Pues, mi padre. Fue él quien hizo todo esto. Y –se lo digo entre nosotros, en privado– a veces se arrepiente. A veces se reprocha por qué se dejó llevar por la pasión inventando esta especie tan rara que son ustedes, y se arrepiente. Pero ya es tarde, no hay marcha atrás. En más de una oportunidad, para reparar ese "error", como suele decir, pensó en eliminar toda la especie. De ahí que permitió que desarrollen las armas de destrucción masiva, fundamentalmente las nucleares. Pero nunca se termina de decidir si hacerlas usar. También considera muy cruel la extinción total. Si bien la especie humana es insoportable, absurda en algunos casos, incomprensible a veces, también tiene cosas muy lindas, muy simpáticas.
Heinrich: ¿Como cuáles?
Jesús: Bueno…muchas, numerosas, numerosísimas. Ustedes no son sólo estupidez; también han hecho cosas importantes, muy lindas. Además de hacer la guerra, por ejemplo, y entre otras cosas, hacen arte, aman a sus hijos, a veces se enamoran, a veces filosofan y dicen cosas bien interesantes, bien profundas. Claro que no hay que olvidar la contracara de todo eso: son egoístas, muy violentos, son muy conservadores, les asusta mucho el cambio, y en estos últimos tiempos han desarrollado una enfermiza cultura de apego a las cosas materiales que ustedes mismos producen. Hay que reconocer que a veces son realmente inteligentes. Yo me sorprendí mucho cuando en estos últimos años empezaron a inventar todos estos artefactos tan llamativos que les reportaron enormes cambios: máquinas para volar, que ustedes llaman aviones, máquinas para ir por debajo del agua, todos los aparatos para comunicarse a la distancia: el telégrafo, el teléfono, la radio, la televisión, el internet. No han logrado dominar aún la telepatía, pero no falta mucho para que lo hagan. Bueno, todo eso realmente me tiene sorprendido. Y a mi padre también. Porque de verdad que él no había planificado todo esto. Él solo dejó la posibilidad abierta; de ahí en más, fueron ustedes los que dieron estos pasos. Y de verdad que los felicito.
Por otro lado, como le venía diciendo, no hay dudas que todas esas cosas, cuando uno lo ve desde afuera, sorprenden gratamente. Y hacen pensar en que la humanidad no es tonta. Claro, después cuando empieza a profundizar… se agarra la cabeza. Tienen internet… ¡para ver pornografía! Me imagino que usted debe saber, bien informado como está al ser un destacado periodista, que una tercera parte de las consultas que se hacen en la red de redes, es para mirar pornografía. No es que esté mal tener apetitos carnales, no, por supuesto. Para eso mi papá les dio la facultad del deseo. ¿O acaso no es grato desear, derretirse de ganas por alguien? Pero, ¡qué pobreza espiritual tener que contentarse con mirar a alguien desnudo en una pantalla!, ¿no? Cosas como esas son las que me abren –o nos abren, mejor dicho– esas dudas: mi padre, a veces con una sonrisa bonachona y mesándose la barba, dice entenderlos y que él así lo quiso. Pero otras veces –y yo soy de esa idea también– piensa que son demasiado tontos, demasiado miedosos ante la vida. Prefieren ver un cuerpo desnudo en una pantalla en vez de tocarlo con sus propias manos. ¿Por qué ese miedo absurdo? Prefieren la mentira y la hipocresía en vez de buscar la verdad. No entiendo por qué esa pusilanimidad, no lo entiendo. Prefieren decir que está todo bien, mientras sufren como condenados.
Bueno, pero me voy por la tangente. Usted me preguntaba qué cosas buenas tienen los humanos. Mire: muchas. Por ejemplo, hacen música, que es algo hermoso, angelical. Y no importa qué música, de las innumerables variedades que tienen. Eso siempre es algo lindo, grato, que alegra el espíritu. La estupidez comienza cuando con esa fiebre enfermiza por el apego a lo material y ese insaciable afán de poderío que se ve tanto en estos últimos años de su historia, comienzan a vender musiquita empaquetada. Por eso le digo que siempre están oscilando entre lo genial (en música han hecho cosas geniales, de verdad. Mire el alemán van Beethoven; pese a estar sordo musicalizó una oda a la alegría, ¿no le parece genial? Bueno, o cualquier música: ¿escuchó alguna vez un ukelele sentimental? Se lo recomiendo, Heinrich); pero para no irnos por la tangente, le decía que siempre basculan entre lo genial y lo ramplón. Hacen músicas hermosas, y al mismo tiempo componen enlatados estúpidos que se obligan a consumir pagando para escucharlos. Claro que, en eso, el jueguito es más complicado: son algunos pocos los que se aprovechan de la gran mayoría. Son unos pocos los que ganan dinero vendiendo basura, y la gran mayoría silenciosa agacha la cabeza y consume las modas. En música eso se ve con palmaria claridad. ¿Me entiende lo que le quiero decir? Al lado de creaciones realmente geniales ustedes hacen estupideces que no parecen posibles. ¿Por qué ese afán perpetuo de dominarse unos a otros? ¿Por qué esa lucha interminable por el poder?
Heinrich: ¿Y usted que cree? ¿Por qué su papá nos hizo así?
Jesús: Como le decía: a veces se arrepiente de haber hecho eso. Pero también tiene sentido que sean así, si uno lo piensa bien. Como son finitos, tienen los límites siempre a la mano (la muerte está siempre presente, envejecen, se ponen decrépitos o, para graficarlo de un modo muy evidente: al lado de la belleza que puedan tener, se tiran pedos, con lo cual todo se afea –y todos, varones y mujeres, se los tiran, todos…–), pues bien, como la finitud los inunda por todos lados, el poder es lo que les puede hacer sentirse menos frágiles, es la puertita hacia la plenitud. O es lo que, al menos, les provoca la sensación de plenitud. Todos ustedes están condenados a envejecer, a corromperse, a morirse, todos ustedes son siempre falibles, viven presa de los miedos, saben las cosas siempre limitadamente, irremediablemente tienen que decidir ser varón o mujer porque todo al mismo tiempo no se puede…; es decir: como la vida de los humanos está inexorablemente marcada por sus límites (viven tirándose pedos, en otros términos: comen manjares que luego se transforman en flatulencias), el ejercicio del poder los hace sentir menos limitados. De ahí que estén buscándolo perpetuamente. ¿A quién de ustedes no les gustaría ser dios? Tener poder –aunque sean cuotas mínimas: el varón sobre la mujer, el europeo –presuntamente civilizado– sobre los supuestos salvajes del África, el rico sobre el pobre, el adulto sobre el joven– tener poder es alejarse de los límites, aunque sea un poquito. El poder siempre hace sentir impune, absoluto, inmortal. Por eso viven inventando historias que les permita fantasear con todo eso: Superman actualmente, o cualquier héroe de las mitologías históricas en todos los pueblos que han pasado por el planeta. ¿A quién no le gusta ser como un actor triunfador de Hollywood, o como Schumacher, o como John Lennon, que llegó a decir que era más famoso que yo? ¿Me entiende?
Heinrich: Creo que sí. ¿Pero por qué su papá nos hizo así, tan limitados entonces?
Jesús: Vaya pregunta, mi amigo… ¿A quién no le gusta ser dios? Pregúnteselo a mi padre… Pero yo vine al mundo hace dos mil años para tratar de ayudar un poco a soportar esos problemas, para hacer más llevadera la vida pese a todos esos límites. Yo traté de enseñar a vivir sin tantas angustias, sin fascinarse tanto con la búsqueda del poder.
Heinrich: ¿Y qué dice: lo consiguió?
Jesús: ¿Me lo está preguntando en serio? Vamos, Heinrich: ¡no sea estúpido! ¿No ve acaso cómo está el mundo? A veces soy yo el que se arrepiente de haber venido, me arrepiento de haberme hecho tantas expectativas. Con toda sinceridad le digo que yo pensaba que iba a ser más fácil la transformación ética de los seres humanos. Pero veo que eso no es fácil. No digo que no se pueda cambiar, no, por supuesto que no. Ahí está el socialismo como una promesa abierta. Y eso no ha terminado, créame que no. La historia sigue, y lo que se creía un triunfo absoluto de los grandes capitales hace unos años atrás, hoy se derrumba como castillo de naipes con la crisis financiera internacional. La gente es tonta, pero no tanto. Se deja explotar porque no le queda otra alternativa, pero llega un momento en que se rebela. "Pena sobre pena y pena hace que uno pegue el grito. La arena es un puñadito, pero hay montañas de arena". Creo que eso lo dice claramente: es un poema de un cantor argentino que quizá conozca: Atahualpa Yupanqui. No le puedo decir que fracasé en mi intento de hace dos mil años; pero veo que las cosas son más complicadas de lo que creía. Los que se suponía tenían que ser mis sucesores para seguir predicando ese mensaje de contestación contra el poder –que fue revolucionario en su momento, créame, por eso a mí me crucificaron los romanos–, los que tenían que seguir con mi ejemplo, es decir: la iglesia católica, mire cómo terminaron: una institución con el poder más descomunal durante mil años, dueña de riquezas y conciencias, que se permitió matar a cuanta persona se le opuso, y que ahora, aunque un poco debilitada, sigue siendo lo más contrario a lo que yo vine a enseñar. ¿Cómo podría entender usted que mis sucesores vistan ropas de oro y piedras preciosas si yo vine a combatir esas flaquezas? ¿Cómo puede entender que, en mi nombre, se quemó viva a tanta gente, en nombre del amor? Algo no funcionó ahí.
Heinrich: Habló del amor. Usted predicó aquello de poner la otra mejilla luego de ser abofeteado, de amarse los unos a los otros –bueno: John Lennon decía algo parecido, ¿no?– Pero si observamos detenidamente el mundo, lo que menos encontramos es amor. El amor eterno de los enamorados se termina muy pronto, después de la luna de miel, y las relaciones entres las personas no son muy amorosas que digamos precisamente (se venden más armas que libros, o que flores). ¿Qué pasó con su enseñanza?
Jesús: A veces me lo cuestiono, sí. Quizá fui un poco ingenuo, lo reconozco. Vez pasada hablaba con Quetzalcóatl en un encuentro de dioses que tuvimos en el monte Olimpo, y fue él quien me abrió los ojos al respecto. Yo pensaba que la gente respondería mejor a mi mensaje, que verdaderamente haría un acto de arrepentimiento y buscaría cambiar cuando se diera cuenta de su condición. Pero no sabía con exactitud cómo los había programado mi padre. Veo que la angustia ante la vida que tienen ustedes –que no he encontrado en los seres de otros planetas– es más fuerte de lo que me imaginaba, de ahí que la búsqueda del poder los tiene demasiado trastornados. Viven siempre pensando en sí mismos, siempre preocupados en ver cómo triunfan a costa del otro. Son demasiado individualistas, "narcisistas" para decirlo con un término que inventaron sus psicólogos y me parece muy bueno: viven fascinados y enamorados de ustedes mismos, por eso les cuesta tanto amar al otro. Piensan en primera persona, sueñan en primera persona, el otro les es un instrumento para conseguir sus fines, nada más. Yo creí que lo lograría, pero no sabía bien en la que me metía. Por eso, dos mil años después, rectificaría mi mensaje: no los llamaría tanto a amarse sino a respetarse, lo cual ya es muy mucho pedir.
Mire, Heinrich: se lo voy a decir con una parábola. Ustedes se aman tanto a sí mismo, les cuesta tanto amar a otro, que está más que demostrado que el 98,5% se procura placer a sí mismo sin compañero sexual, masturbándose.
Heinrich: ¿Y el otro 1,5 por ciento?
Jesús: Es manco. (Risas)
Heinrich: Tiene buen sentido del humor, por lo que veo. Hablando de otra cosa, pronto está de cumpleaños. ¿Qué dice al respecto?
Jesús: Eso, de verdad, me tiene asqueado. Ahora, al menos en una buena parte del mundo, festejan mi cumpleaños, el número 2008 para ser más exactos, tirando la casa por la ventana. Pero vea cómo lo celebran: ¡ni una imagen mía por ningún lado! En mi lugar vino a instalarse ese gordito con risa estúpida vestido de payaso, que no entiendo de qué vive riéndose. ¿Se da cuenta? ¿Entiende lo que le quiero decir? Todo el mundo dice ahora: ¡feliz navidad!, y creo que ni siquiera sabe lo que está festejando. Pregúntele usted a cualquiera que come como condenado en mi fiesta de cumpleaños y chupa como una esponja quién es ese flaco ascético que andaba por ahí harapiento predicando la igualdad hace dos mil años atrás, y seguro que no lo va a saber. Pero seguro que compró regalitos y puso una imagen del gordito este que le mencionaba en su casa. ¿Por qué nadie me pone un pastel con velitas para que las sople? ¿Alguien me preguntó si no me gustarían mariachis para festejar mi cumpleaños? No, nada de eso… Yo hablé de valores espirituales, de lucha contra la ostentación y la frivolidad del poder, de solidaridad genuina, de igualdad para todos y todas –bueno, en mi época no importaba la cuestión de género, se hablaba sólo en masculino–, y ahora celebran mi cumpleaños olvidándose de mí y reemplazando mi mensaje por un consumismo voraz y por un imbécil que se ríe invitando a comprar locamente. ¡Es triste! Pero no hay que darse por vencidos. Yo sigo viendo luz al final del túnel, aunque cueste mucho.
Heinrich: ¿Ve luz? ¿De verdad? ¿Y cuál es el futuro de la humanidad entonces, Jesús?
Jesús: [A partir de aquí Jesús comienza a hablar en francés] Ah…, está pidiendo demasiado. Como me imagino que comprenderá, no puedo darle mayores precisiones. Lo que sí le adelanto es que la historia no está terminada. Aunque los que alientan el consumismo interminable que promueve Santa Klaus crean que ganaron la batalla, se equivocan. En ese sentido, parafraseando a ese buen pensador que tuvieron ustedes en el siglo XIX llamado Hegel, podríamos decir que "el amo tiembla aterrorizado delante del esclavo, porque sabe que inexorablemente tiene sus días contados". Por más parafernalia militar que los amos desarrollen para cuidar sus privilegios, la justicia se va a imponer. No hay espada –ni misil nuclear, digamos hoy día–, por más poderosa que sea, que pueda imponerse sobre la justicia.
Heinrich: ¿Se refiere a la justicia divina, al Juicio Final?
Jesús: ¡No, compañero! ¿De qué justicia divina me está hablando? Quiero decir que la gente, lentamente, va abriendo un poco más los ojos. Antes, cuando yo andaba correteando por los desiertos de Galilea –¡todavía me acuerdo la sed que pasaba ahí!– el emperador, el amo esclavista, eran casi dioses, intocables, impunes. ¿Quién osaba enfrentárseles? Y otro tanto pasaba en otras latitudes: los chinos no podían mirar a los ojos a su emperador. Lo mismo era con cualquier mandamás. Cualquier teocracia –en el Asia, en América– podía decidir con la más absoluta naturalidad sobre la vida de un súbdito. ¿Quién le ponía freno a esos poderes? Lo mismo podía hacer el varón con su mujer. ¿Quién iba a protestar por eso? Pero las cosas están cambiando, mi amigo. La gente va abriendo un poco más los ojos. No sé si habrá sido mi enseñanza, no lo sé. A veces, cuando visito cualquier centro comercial para esta época, unos días antes de mi cumpleaños, me sorprendo y pienso que todo mi esfuerzo fue en vano. ¿Cómo es posible que unos pocos, poquísimos, desde sus limusinas blindadas o desde un pent house que puede costar varios millones de dólares, decidan la vida de las grandes mayorías planetarias? ¿Cómo es posible que a las masas, igual que en mi época en el circo con los gladiadores y los leones, se las siga engañando de esa manera, ahora con todos los nuevos artificios tecnológicos? Parece que las cosas no cambian, y eso llevaría a la desesperanza. Pero no es tan así, Heinrich: las cosas cambian.
Heinrich: Sí, claro … pero permítame decirle que la gente ya no se siente tan creyente como antes. Los católicos aún siguen los ritos, por ejemplo el de festejar la Navidad , o el de casarse por la iglesia o bautizar a sus hijos, pero la religiosidad va perdiendo importancia en el mundo moderno, más guiado por los jet supersónicos y las tarjetas de crédito que por un mensaje místico.
Jesús: Exactamente. Eso es lo que estoy tratando de decirle: la gente cambia. Y agregaría: ¡felizmente! Si no, aún seguiría en las cavernas. Pero no: hay cambios, siempre. La historia no está terminada. No quiero anticiparle para dónde seguirán esos cambios. Es más: nos pusimos de acuerdo con mi viejito que eso no lo vamos a revelar por ahora. Pero, aunque parezca que no, las cosas se mueven. Como dijo aquel italiano famoso que la iglesia casi cocina en la hoguera: eppur si muove.
Heinrich: Entonces, haciendo un balance de estos primeros dos mil años de su trabajo, ¿qué diría?
Jesús: [Comienza a hablar en arameo y el periodista corta la entrevista]

jueves, 18 de diciembre de 2014

Restablecimiento de relaciones entre Cuba y los Estados Unidos



La noticia de que Cuba y los Estados Unidos restablecerían sus relaciones diplomáticas y que los cinco héroes cubanos ya estaban en la isla recorrió el mundo rebasando toda expectativa. Me pregunté en cuánta labor se desplegó discretamente para llegar a entendimientos, para escalar peldaños en el dificilísimo arte de la convivencia. Obviamente me convencí de la importancia del dialogo como la arma más eficaz contra guerras, exterminios, discriminaciones, cegueras políticas,…


El júbilo traspasó las fronteras cubanas, inmediatamente provocó reacciones positivas en quienes alrededor del planeta desde hace 16 años exigían la libertad de los cinco y la finalización del bloqueo. Noticia y fecha, quedaran registradas en la historia cubana y al igual que la célebre frase “la historia me juzgará”, se cumplió con la seguridad de Fidel de que “volverán”.

No se puede desconocer la valentía del Presidente Obama, al reconocer que los 55 años del injusto bloque habían fracasado y por tanto que era hora de mejorar las relaciones con la isla. Sin duda que, tanto las declaraciones como las acciones del Presidente Obama no son gratuitas, responden a la solidaridad internacional de los pueblos hacia Cuba, al trabajo y solidaridad del pueblo cubano con el resto del mundo, pero principalmente a la unidad de los gobiernos latinoamericanos, quienes venían exigiendo la inclusión de Cuna al concierto político de las américas y mundial.

En fin, es un momento histórico que vive cuba y el mundo, estos acontecimientos reafirman a este hecho histórico y social como una nueva etapa de valoración de las relaciones internacionales que además abren el camino al diálogo para la superación de los conflictos y para afianzar el progreso de los pueblos.

Lo cierto es que es una victoria de todo el pueblo cubano, es la materialización del pensamiento revolucionario y de la propia revolución cubana,  cargada en los últimos tiempos de un gran simbolismo por su ayuda a los pueblos africanos en la lucha contra el ébola.

Quienes nos proclamados amantes de la paz y luchadores contra las injusticias, celebramos este hecho y lo sentimos como un asunto muy personal, lo sentimos en la profunda intimidad y de verdad nos conmueve como personas, como latinoamericanos, porque los sueños de Bolívar y Martí también ha formado parte de esta lucha contra los desafueros del gobierno estadounidenses.