lunes, 5 de noviembre de 2007

Carta al Magisterio Lojano


Compañeras y compañeros:

Soy Rafael Riofrío Tacuri, profesor fiscal de la Unidad Educativa San Francisco de Asís, de la ciudad de Loja, una ciudad de tradición libertaria. Desde mis primeros años me rebelaba ante las injusticias, la pobreza y el desamparo, por eso decidí participar activamente en su transformación. Mi permanente vinculación con los sectores populares y campesinos me brindaron la oportunidad de apropiarme de ricas experiencias locales e internacionales que articuladas con la docencia he podido potenciarlas en beneficio del magisterio y del pueblo.
Como una obligación para contribuir a mejorar la calidad de la educación, he compartido con mis compañeras y compañeros mi modesta experticia en el campo de la organización y la capacitación, poniendo a su disposición varios trabajos de investigación y propuestas sobre metodología, evaluación, administración escolar y varios folletos de orientación al trabajo de los y las docentes en el aula.
Hoy me presento ante ustedes en calidad de Candidato a la Presidencia de la UNE de Loja periodo 2007 – 2010, por Alianza Magisterial Lojana, movimiento gremialista identificado con un pensamiento y una actitud democrática, progresista, patriótica y con las justas reivindicaciones y demandas del Magisterio Lojano.
Mi gratitud sincera a los maestros y maestras que nos han dado su aliento solidario respaldando nuestra candidatura para las elecciones de noviembre próximo. Ustedes, tendrán la oportunidad de ver en la práctica cuánto valoro ese gesto; y verán en mí, a una persona que sabe honrar los compromisos que hace, retribuyendo con trabajo responsable y solidaridad su cariño, amistad y apoyo.
La UNE es un gremio grande, más que por su número, por su permanencia junto al pueblo, por la defensa de la educación, la educación que los niños y niñas, los y las jóvenes deben recibir cada vez en mayor cobertura y mejor calidad, como el principal recurso para eliminar la pobreza y conquistar el bienestar general, la democracia y la soberanía plena.
Estoy consciente de esta realidad, y nuestra determinación es corresponder a esas expectativas, teniendo siempre presente, nuestra condición de organización gremial, que expresa también unos intereses muy específicos que debemos defender, en especial las reivindicaciones del magisterio.
La dignificación de la labor docente, es una bandera permanente e indeclinable, no sólo porque estamos comprometidos con la conquista de mejores condiciones de vida y de trabajo para los y las docentes. Sino porque además, estamos plenamente convencidos que hacer atractiva la profesión docente es un imperativo para hacer corresponder en términos cualitativos los resultados de la educación a los niveles demandados por la sociedad, lo cual supone crear condiciones de trabajo adecuadas, garantizar salarios que aseguren una vida con dignidad a los y las docentes, acceso a servicios de salud con amplia cobertura y elevada calidad, adecuado acompañamiento a los docentes en los procesos educativos y el derecho a seguir viviendo con decoro después de su retiro.
Promoveremos el desarrollo de un sistema de formación profesional y gremial que contribuya a hacer de la clase magisterial una clase comprometida con la patria y el pueblo, mecanismos de amplia participación en la toma de decisiones relevantes para la solución de los problemas de la comunidad porque también vivimos en ella.
Ustedes, compañeras y compañeros me han conocido en el trabajo y saben que soy una persona de posiciones firmes y claras, pero no bullicioso. Saben que he pertenecido, pertenezco y perteneceré a una tendencia de izquierda, pero que por eso mismo he incluido la tolerancia a lo diferente como un valor importante en mi accionar. Respeto los espacios de los demás, sean cuales sean sus posiciones y actitudes hacia mi persona en particular.
Reconozco las diferencias que existen entre nosotros y no hay que esconderlas; pero mi voluntad es que nos unamos en la idea de que la UNE es un gremio, que debe defender los derechos e intereses de todos sus afiliados y afiliadas sin que importe la bandería política en que militen, y en ese interés, los invito a unir mente, manos y corazón con todos los que están dispuestos a que la UNE siga combativa y unida por los derechos de los maestros y maestras, por las exigencias de una educación laica y gratuita; y por las demandas del pueblo y la nación.
En la seguridad de contar con su apoyo, me comprometo a trabajar por la UNE junto a todos ustedes. Para ello, convoco a mis compañeras y compañeros a respaldar este proyecto.

Fraternalmente,

Rafael Riofrío Tacuri

domingo, 15 de julio de 2007

CON LA FIRMA DEL TLC HABRÁ MENOS ESTUDIANTES EN LAS AULAS

LOS ESTUDIANTES SON CADA VEZ MÁS CLIENTES Y MENOS ESTUDIANTES
Ante el fracaso del avance en las negociaciones del ALCA, los Estrados Unidos desde el año 2004, está negociando bilateralmente con Ecuador, Colombia y Perú, el Tratado de Libre Comercio TLC.
Este tratado incluye no solamente temas comerciales, sino también servicios, entre ellos los educativos. De esta manera, recoge el espíritu del Acuerdo General de Servicios de la Organización Mundial de Comercio, que trata a la educación como una mercancía. Esto ha llevado a que el derecho fundamental a la educación esté subordinado a las fuerzas del mercado, lo que quiere decir, que los que tienen menos ingresos tendrán menos posibilidades de acceder a una educación de calidad. En consecuencia, se incrementará la desigualdad social y empeorarán las condiciones para fomentar el desarrollo humano en el país.
Con la firma del TLC, se permitirá que cada vez más entren actores privados con fines de lucro en el sector de la educación; El objetivo de estos actores es producir utilidades, y no una educación de calidad. A su vez, se propende a que los sistemas educativos se ajusten más a las necesidades de las multinacionales y del sistema productivo imperante en este momento, sin considerar las necesidades de las personas y la realidad local.
Con la firma del TLC el Estado pierde la potestad de manejar una política pública que mejore el acceso y la calidad de la educación. Las empresas que literalmente venden servicios educativos tienen la potestad de ofertar estos servicios bajo las consideraciones que a ellas les parezcan mejor. Como resultado, se pone como indicador de calidad de la educación la utilidad y la competitividad para insertarse al mercado laboral.
Con la firma del TLC el Estado se verá obligado a comprar bienes y servicios educativos –computadoras, textos educativos, muebles, a través de licitaciones internacionales que perjudican a los productores nacionales, dado que las empresas multinacionales son mucho más competitivas. El Estado no podrá establecer subsidios a las universidades públicas, ya que las empresas educativas trasnacionales podrán demandarlo ante tribunales internacionales, reclamando altas indemnizaciones.
Con la firma del TLC el Ecuador tendrá que avalizar los títulos, diplomas y licencias de los colegios y universidades de los Estados Unidos, pero Estados Unidos no hará lo mismo con los títulos de los colegios y universidades Ecuatorianas, fomentando una movilidad humana excluyente y discriminatoria.
El TLC restringe la política educativa estatal y desestimula la inversión del sector público en educación, de este modo, fomenta la privatización de la educación y la precariedad del sistema de educación pública.
Quedó comprobado que el TLC no es solamente un tratado comercial: también tiene considerables implicaciones en el ámbito económico, político y cultural. Por eso, atañe a toda la población., no obstante, las negociaciones se hacen a espaldas de la población, particularmente de la comunidad educativa (maestros, estudiantes y padres de familia).
La constitución ecuatoriana, en su Art. 3, establece que el deber prioritario del Estado es asegurar la vigencia de los derechos humanos, las libertades fundamentales de mujeres y hombres, y la seguridad social. Asimismo, el Art. 66 establece que es obligación del Estado garantizar y promover el derecho a la educación para todos los ecuatorianos y ecuatorianas, y que la educación es un área prioritaria de la inversión pública, requisito para el desarrollo nacional y garantía de la equidad social.
Por ende, el Ecuador no puede dejar en manos de las empresas transnacionales el manejo de la educación del país. Tiene que tener una posición digna y autónoma, a la hora de negociar el TLC, asumiendo que la educación es uno de los derechos fundamentales, que permite impulsar un proyecto de nación que reafirme la identidad nacional y local, fomente valores basados en los derechos humanos y objetivos nacionales estratégicos.
Por lo tanto, los maestros debemos encabezar una lucha junto al pueblo, para exigir al gobierno ecuatoriano que excluya el tema de la educación del proceso de negociaciones, por ser un derecho fundamental, y que por lo tanto deba ser decidido por todo el pueblo. Negociar este derecho fomentará la exclusión y marginación de millones de ecuatorianos.

lunes, 21 de mayo de 2007

¿Desempeño deficitario de los y las estudiantes pobres?

La evidencia sobre las brechas educacionales en el Ecuador es preocupante. Según las “Pruebas Aprendo” los y las estudiantes de escuelas y colegios particulares “obtienen puntajes superiores a los de escuelas fiscales” donde se educan los y las estudiantes pobres. Es decir, “se agrandan las diferencias en el rendimiento entre los alumnos” de los distintos grupos socioeconómicos.

¿Se podrá concluir, que la educación está en crisis, y que estas diferencias son reales? Antes de llegar a conclusiones apresuradas aunque coincidamos en la necesidad de transformar el sistema, debemos determinar si se puede atribuir el desempeño deficitario de los y las estudiantes pobres por la calidad de sus escuelas o colegios o si bien tiene más que ver con lo que ocurre afuera de ellos.

Desde que se conoció los resultados de las últimas Pruebas Aprendo, varios estudios empíricos han mostrado que lo que ocurre fuera de la escuela y del colegio explica la mayor parte del desempeño escolar de los y las estudiantes. Por tanto surgen nuevas preguntas ¿Quién educa y dónde se educan los estudiantes?

Por eso, cuando se analiza el desempeño escolar de los distintos grupos socioeconómicos es importante considerar el empleo del tiempo libre y sus actividades fuera de los centros educativos y respecto de los medios de comunicación. La educación para el tiempo libre consiste en permitir y orientar a los chicos y a las chicas para la realización, de manera voluntaria, de una serie de actividades con las que disfruten, aprendan, se abran nuevos campos, se relacionen, creen o descubran capacidades que tenían ocultas o dormidas. Por supuesto estas actividades están determinadas por la pertenencia de la niñez y juventud a uno u otro grupo socioeconómico.

La niñez y juventud que proviene de familias pudientes participan en talleres de música, literatura, teatro y pintura; hacen deportes; etc. En cambio, los niños y niñas y los y las jóvenes de familias pobres no tienen acceso a esas actividades, ni siquiera a espacios recreativos estimulantes, ocupan su tiempo libre frente a la televisión, juegos electrónicos o pasan en la calle siendo presas fáciles de quien sabe qué no más…

Un estudio realizado por estudiantes de la UNL examinó el efecto que el uso del tiempo libre tiene en el rendimiento escolar de los niños y niñas de educación básica de los diferentes niveles socioeconómicos de las escuelas de la ciudad de Loja, cuyos resultados arrojaron que los niños y niñas más pobres empiezan el nuevo año escolar con un nivel de lectura y matemática más bajo, mientras los niños y niñas de familias de la clase media y alta mejoran en ambas materias.

Probablemente, más tareas de matemáticas, de lectura o clases de computación para estudiantes pobres en vacaciones no sea la solución. Por el contrario, la eliminación de las diferencias de aprendizaje pasa por la atención presupuestaria oportuna por parte del gobierno a fin de proveer a las escuelas y colegios fiscales de una infraestructura adecuada y el financiamiento de los microproyectos para el adecuado uso del tiempo libre por parte de la niñez y juventud en aras de una verdadera formación integral.

Los promotores de las “Pruebas Aprendo”, además de los indicadores de conocimiento previstos, deben considerar que los y las estudiantes no pueden desarrollar sus destrezas y capacidades de lectura y matemáticas si en sus escuelas y colegios todos los servicios están privatizados. Si sus establecimientos no cuentan con espacios para la práctica de deportes o para la participación en clubes de teatro, música, periodismo, etc.…

En fin, que se les diagnostique también sobre estos y otros aspectos relacionados con la calidad de la educación, como es el apoyo a la capacitación y actualización de sus docentes. Caso contrario, las “Pruebas Aprendo” simplemente evidenciarán la desatención gubernamental a los establecimientos donde se educa la niñez y juventud de los sectores populares marginales y marginados.

La educación para el tiempo libre consiste en permitir y orientar a los chicos y a las chicas para la realización, de manera voluntaria, de una serie de actividades con las que disfruten, aprendan, se abran nuevos campos, se relacionen, creen o descubran capacidades que tenían ocultas o dormidas.

En nuestra sociedad se dedica mucha energía a alentar el ocio consumista. Resulta muy difícil salir a dar un paseo o pasar la tarde de un domingo con los hijos sin gastar dinero, pues hay una invitación continua a ello.

Estamos en la civilización del ocio e igual que uno se prepara para el ejercicio de cualquier profesión, también se necesita educar a los hijos para utilizar de forma beneficiosa su tiempo libre.

La jornada escolar suele completarse con las “actividades extraescolares”. Éstas pueden ser útiles si no se abusa de ellas, si sirven para desarrollar algún aspecto personal y si no se convierten en una asignatura más; además, deben tener un carácter lúdico y ser elegidas por ellos. Si se fuerza o se manipula a un niño para que realice una actividad que no le atrae mucho, es bastante probable que el interés por ella disminuya en poco tiempo o acabe odiando dicha actividad.

La misión de los padres estará dirigida a mostrarles distintas posibilidades: deportivas, artísticas, para conocer la naturaleza..., teniendo en cuenta las necesidades e intereses de sus hijos. Conviene tener claro, a la hora de elegir actividades, que los padres no pueden trasladar a los hijos sus propias frustraciones y pretender que hagan aquello que a ellos les hubiera gustado hacer. También va bien romper con planteamientos sexistas: ballet para las niñas y fútbol para los niños.

Al hablar del tiempo libre es preciso recordar la importancia de reservar un tiempo, exclusivo y diario, para que los hijos se relacionen y hagan cosas con sus padres y, así, cuidar el campo emocional. Y, por supuesto, los chicos necesitan también momentos para hacer otras actividades que les interesen: juegos, lectura, coleccionismo, etc.

Si a los niños no se les presentan alternativas para aprender a ocupar su tiempo libre, es probable que cuando lo tengan, se aburran y acaben refugiándose en la televisión o en el ordenador y los fines de semana se aficionen a comer hamburguesas y patatas fritas. La imaginación, la creatividad o el criterio propio habrán sucumbido a favor de unas tardes rutinarias, consumistas y preestablecidas.

viernes, 18 de mayo de 2007

REFLEXIONES VITALES QUE LOS EDUCADORES Y LAS EDUCADORES DEBEMOS HACERNOS HOY

Cuando digo todo educador, me refiero prácticamente a toda la sociedad porque todos tenemos responsabilidades educativas directas o indirectas. Claro está, que muy especialmente.
Las reflexiones y los cuestionamientos vitales que los docentes debemos hacernos acerca de nuestra acción educativa son hoy: El análisis del contexto, los sujetos de la educación, el para qué educamos y; cómo y con qué estamos educando. Reflexiones que a manera de ensayo respondo desde la llamada pedagogía crítica o solidaria que nos legará Paulo Freire.
1. ¿Cuál es el contexto en el que viven nuestros hijos y nosotros?;
El contexto actual a nivel de nuestro inestable país, es la corrupción, que en la actualidad a pesar de la resistencia de los forajidos está a la orden del día. La corrupción de los poderosos contra la desesperanza de los débiles, que al parecer han pasado de forajidos a foragiles. No lo voy a detallar aquí, pero lo constatamos a cada momento. Los poderosos tienen un especial control sobre nuestras vidas. No hay contexto en el que no se produzca esta subordinación de los débiles a los intereses de los fuertes. Este contexto debiera condicionar cualitativamente todo nuestro planteamiento educativo, puesto que:
­ Cuando se educa, consciente o inconscientemente se toma partido.
­ Educar para la solidaridad es preparar para una militancia por la defensa de la vida y la dignidad.
­ Educar para la solidaridad exige nuestro compromiso con los sectores empobrecidos excluidos de los beneficios sociales represados por la oligarquía.
2. ¿Cuáles son los sujetos de este proceso?;
El sistema capitalista despliega todo su poder para transmitir sus “contenidos” a través de la televisión, las películas, las bibliotecas, las revistas, los juguetes, los anuncios, los juegos de vídeo, los libros, los deportes, el espacio urbano y los centros comerciales, etc.
Son estas instituciones comerciales (es decir, las empresas transnacionales), los principales profesores de nuestra niñez y juventud. Ellas son el auténtico sujeto educativo, el eje del sistema educativo. No hay más que fijarse en quién tiene una auténtica autoridad sobre lo que dicen, hacen, sobre cómo visten y vive nuestra niñez y juventud.
Las demás instituciones “están en proceso de subordinación, son más agentes educativos” que sujetos educativos reales. Desde el punto de vista formativo la familia y la escuela casi ha desaparecido en muchos ámbitos de la vida de nuestros niñez y juventud, lo que las caracteriza se han convertido en instrumentos de sometimiento y conformismo útiles para la dependencia.
3. ¿Estamos educando a la niñez y juventud para convertir el mundo existente en un mundo solidario?;
La mayoría de instituciones educativas no han definido su proyecto educativo institucional PEI, por tanto no cuentan con un modelo educativo y quienes dicen tenerlo no lo conocen. Es decir no saben cual es la finalidad de su accionar, no se han planteado un modelo de persona y de sociedad.
Es evidente, en buena parte que por nuestro descuido de las instituciones educativas formales están saliendo personalidades tremendamente individualistas, “hedonistas y egoístas, de una gran fragilidad, tremendamente manipulables, gregarias, pandilleras y de gran agresividad”.
4. ¿Cómo estamos educando a nuestra niñez y juventud?.
El sistema capitalista está tratando de imponer un estilo educativo de “libertad de acción” en todos los ámbitos formales, es decir, en los que pudiendo educar no educan (familia, escuela, otras instituciones). El estilo de “libertad de acción” no autoritario, indulgente y permisivo lo definen el capitalismo como un estilo democrático, inductivo, razonador, afectuoso. En realidad se trata simplemente de un “dejar hacer, dejar pasar” porque yo ya tengo bastante con mis problemas.
Entonces es importante, que los docentes en la actualidad definamos una metodología y un estilo que comprometa la acción con la realidad de nuestro país, una metodología que considere los fenómenos históricos y sociales en continuo cambio, que explique las leyes que rigen las estructuras económicas y sociales, sus correspondientes superestructuras y el desarrollo histórico de la humanidad. Una metodología que promueva el estudio de los fenómenos en sus relaciones con la sociedad y que desarrolle a la niñez y juventud como personas para que puedan describir la historia a través de una concepción de lucha por una vida digna, equitativa, solidaria, que defienda la naturaleza y sus recursos y no una metodología puramente contemplativa, de dependencia y perdida de nuestra identidad y soberanía.

miércoles, 4 de abril de 2007

EDUQUEMOS CON Y PARA LA SOLIDARIDAD

La crisis política y socioeconómica a la que asistimos en estos días nos obliga a los educadores, es decir a todas las personas, por que todos somos educadores, pero particularmente a quienes ejercemos esta profesión desde escuelas y colegios a ser parte activa de esta batalla por superar la crisis, puesto que la escuela es un lugar, donde se produce y distribuye conocimiento, es lugar de educación y lucha sociopolítica.
El gobierno y la propia sociedad reconocen que se van produciendo cambios sociales y que la escuela debe adaptarse a ellos. Cabe preguntarnos: ¿Quiénes ha producido y quienes son los agentes de esos cambios sociales?.
Si no se da respuesta a esta pregunta se corre el riesgo de enmarcarse en un proyecto distinto de hombre y de sociedad de la que queremos y que necesita realmente el pueblo ecuatoriano.
Decretos y acuerdos oficiales referidos a la educación de la niñez y juventud sugieren que los “educadores deben aprender a adaptarse en el mundo competitivo y cambiante en el que vivimos”. Para ello, con financiamiento externo que indudablemente se carga a todos los ecuatorianos, se financian “proyectos pilotos” ... y ahora el Plan Bicentenario, con los cuales se pretende el control por el Estado no sólo de los conocimientos, sino también de las actitudes y los sueños de nuestra juventud, todo esto junto a la pretendida privatización de la educación escondida tras los mal llamados “aportes voluntarios de los padres de familia” para el pago de servicios básicos que son responsabilidad del Estado.
En la actualidad los maestros y maestras hemos asumido la reflexión de dos grandes temas:
Primero: La necesidad de dejar atrás el enfoque funcionalista en la formación del capital humano. Hoy tenemos claro que la meta es preparar a los ciudadanos y las ciudadanas a vivir y desplegar todas sus potencialidades en un mundo caracterizado por el cambio y la innovación, donde los y las estudiantes tienen que “aprender a aprehender compartiendo e involucrándose”, es decir, los maestros y maestras tenemos que “enseñar a aprehender a ser solidarios a través del ejemplo y el compromiso”, para que los futuros profesionales estén al servicio de las personas y no solamente al servicio de la economía de la clase dominante.
Segundo: Para el sistema, los valores que fundamentan la democracia son: “la tolerancia, aceptación del otro, uso de la razón dialógica, respeto a minorías...” Para el sistema la tolerancia con todo, se ha convertido en un valor absoluto. Una de las mayores acusaciones que se nos hace a diario, es la de intolerantes. Porque nos oponemos, porque no los “dejamos hacer”. ¿A quién, a quiénes?. Al que manda, es decir a una minoría corrupta que corroe y se apropia de la riqueza nacional. Es decir a los mismos de siempre, a los que se turnan en el poder para agrandarnos más la desesperanza.
Hay quienes se atreven a decir que “no es posible una educación cívica o moral si la UNE no renuncia su posición ideológica”, es decir que renuncie a la defensa de la soberanía nacional, que renuncie a la defensa de la educación laica y gratuita, que bárbaros, quieren que los maestros y maestras renunciemos nuestro compromiso social de búsqueda de una vida de dignidad para todo el pueblo. Pretensiones insólitas de los sectores dominantes que indudablemente los maestros y maestras no renunciaremos, puesto que hacerlo, significa anular la libertad de los y las estudiantes, convirtiéndolos en presa fácil de la manipulación y el sometimiento. En definitiva, la oligarquía trata de legitimar este sistema político de opresión en el que se alejan de la sociedad la obligación del gobierno de pagar la deuda social.
El sistema se preocupa de que haya también un porcentaje de especializados en educación para la paz, para el desarrollo, para el medio ambiente, poner en marchas “interesantísimas experiencias” como por ejemplo la de un colegio privado que recauda dinero para una ONG, o que recauda ropa usada para repartirla a los “pobres”. ¿Dónde está la solidaridad?
Solidaridad es compartir, es la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común. El gobierno a través del sistema educativo debe marcarse como objetivo la formación de personas capaces de acometer esta tarea desde la participación social.
Evidentemente esto no es lo que hacen los planes de enseñanza actuales, puesto que su objetivo socavado es servir al imperialismo formando a los ciudadanos que necesita el sistema para sostenerse política y económicamente.
Un sistema educativo que se plantee educar para y con solidaridad debe confiar en la participación social de todos los actores educativos, dejar que la familia asuma el protagonismo que le corresponde por ser la primera escuela de solidaridad. Que los maestros y maestras se dediquen menos a la transmisión de conocimientos (contenidos) y más al desarrollo de potencialidades y a la formación de los valores como “el compañerismo, la honradez, la amabilidad, la lealtad, la responsabilidad, el altruismo” que son indispensables para la consecución de valores finales como la paz, la equidad, la libertad, la seguridad familiar, etc.” Mientras que las instituciones, escuela o colegio que quiera ser solidaria debe desenvolverse unida a la construcción de poder social solidario. La escuela por si sola no puede ser elemento transformador, pero promoviendo la participación social puede ser fundamental.
Es necesario formar la persona solidaria. La persona solidaria es aquella que desarrolla esa fuerza interior que es la angustia ante los males que padecen las grandes mayorías de los y las ecuatorianos. Angustia que está hecha de la toma de conciencia sobre las causas de esos males, de esperanza y de deseo de entregarse a fondo y con urgencia a la acción que se estime necesaria para la superación de esos males.
El problema que una vez más se plantea a la escuela, es decir, los maestros y maestras es cómo formar estudiantes que quieran comprometerse, que quieran ser solidarios y solidarias, que quieran cambiar las estructuras injustas por otras que posibiliten mejores condiciones de vida. Ésta es la tarea más ardua que debe asumir maestros y maestras desde la escuela y el colegio, so pena de haber perdido el tiempo.
Hoy el sentimiento más extendido es el de la impotencia y la desconfianza en nosotros mismos. Nos decimos que cambiar es imposible. La escuela, a través de la participación social debe combatir este sentimiento de desconfianza con todo su ser. A fin de cuentas debemos enseñar para cambiar, no por la perspectiva de las visiones economicistas, sino porque sabemos que estamos en lo que es justo.
Paulo Freire, el Maestro insigne de la solidaridad nos recuerda a los maestros y maestras que debemos involucrarnos en una “educación para la transformación social que fomente la educación crítica vinculada orgánicamente a la sociedad... así la educación se desenvuelve abierta al mundo y unida a la realidad para la acción”. Sin contentarnos con el desarrollo de la “conciencia crítica”. Es necesario tener en cuenta que la propia acción, la práctica, es un elemento educativo de primer orden.
Finalmente, para educar para la solidaridad y con solidaridad, los maestros y maestras debemos fomentar una:
- Educación para el trabajo y la cooperación y erradicar el individualismo imperante. ¿Por qué cada familia, grupo, escuela, comunidad... tiene que resolver sola los problemas que una comunidad junta puede resolver con más facilidad, con menos recursos y en menos tiempo?
- Educación orientada holísticamente hacia las múltiples dimensiones de la persona; “la político-ideológica, la organizativa, la técnico profesional, la formación cultural, la formación afectiva, y la religiosa”.
- Educación en y con valores humanistas que rescate la identidad y la autonomía: Una formación que rompa el conformismo, el sometimiento y “que rompa con los valores del lucro y el individualismo”.

jueves, 8 de marzo de 2007

8 Marzo Día Internacional de la Mujer

Loja, marzo de 2007.
8 Marzo Día Internacional de la Mujer
“Una fecha para recordar a las protagonistas de una lucha, aún inconclusa, por la libertad”
Todo lo que se ha escrito -con toda razón- acerca del “Día Internacional de la Mujer” resulta poco e inútil, si consideramos que las “mujeres que en el mundo se enteran que el 8 de marzo es su día, preferirían menos discursos y más justicia” en especial para las decenas de millones de infelices que ignoran que ser mujer, madre o esposa puede ser una ocupación maravillosa y no una cruz con la que han de cargar eternamente”
Poco podría agregar acerca de ese Ser maravilloso. Sin embargo es necesario recalcar que los días internacionales se fijan por la ONU para recordar una situación especialmente preocupante que exige la toma de conciencia y la acción de los distintos países para cambiarla. Precisamente un 8 de Marzo de 1908 murieron más de 120 obreras de una fábrica textil de Nueva York en un incendio provocado por quienes pretendían que desalojaran la fábrica… lugar en el que ellas protestaban por las indignas condiciones laborales de las cuales eran victimas…
Un hecho histórico concluyente, fue la Segunda Conferencia Internacional de la Mujer Socialista, dirigida por Clara Zetkin, realizada en 1911 y cuya bandera de lucha fue la emancipación de las mujeres de su condición de explotación, subordinación y exclusión.
En el Día Internacional de la Mujer, recordamos los éxitos alcanzados por numerosas mujeres a lo largo de la historia en su lucha emancipadora. Si bien nos alienta ver cada vez más mujeres en posiciones de liderazgo en el escenario nacional e internacional, quisiera resaltar a todas ellas recordando a: Manuela Sáenz, Matilde Hidalgo, Dolores Cacuango, Rosita Paredes y a Guadalupe Larriva. También alienta que cada vez váyanos adquiriendo mayor conciencia y apreciación por las contribuciones de heroínas anónimas cuyos nombres tal vez nunca llegaremos a conocer, trabajadoras, profesoras, líderes de la comunidad, madres, hijas, hermanas, políticas, quienes lenta y humildemente contribuyen con su esfuerzo a una causa más grande que ellas mismas, motivadas por la convicción de que lo que hacen será en beneficio de todos y todas.
Por esto, tenemos una deuda de gratitud y reconocimiento hacia la Mujer. Les debemos nuestro compromiso de apoyarlas en sus esfuerzos para la construcción de una Patria soberana que brinde mejores y dignas condiciones de vida a los y las ecuatorianas.
A todas las mujeres, esas golondrinas que nos iluminan con su vuelo hacia un horizonte nuevo, nuestro respecto, admiración, cariño y un ramo de felicidades.
A todas las mujeres, esas golondrinas que nos iluminan con su vuelo:
Hoy se debe brindar: Por las palomas que cuidan, El nido El árbol y el patio de nuestra vida, Por las flores que perfuman el jardín de nuestra vida. Por aquellas mujeres que alimentaron nuestra infancia, con su afecto y ejemplo, Por aquellas que en los inviernos nos abrigaron con un abrazo y su amistad, por aquellas que nos curaron de un beso las heridas, También por las que nos tocaron el corazón y luego lo destrozaron e hicieron que hoy solo estén latiendo sus pedacitos.