jueves, 29 de enero de 2015

Libertad y democracia dependen de la preparación cívica de la juventud.



Hace poco participé de un conversatorio en el que sin ser el tema central, se dijo que “la pérdida de valores en la juventud actual se debe a la eliminación de la asignatura de Cívica en la escuela”.
Es común escuchar a padres de familia y docentes que “los valores se practican poco”, “que se vive en una sociedad carente de valores”, responsabilizándose unos a otros de no asumir el compromiso en la tarea de formar valores. Paulo Freire expresa que “Los maestros esperan que los padres de familia envíen a sus hijos a la escuela mínimo con el valor del respeto, y los padres de familia esperan que el maestro sea quien haga que los niños aprendan lo que es el respeto”.
La formación cívica no es una preocupación reciente. Patriotas como Espejo, Montalvo y Alfaro ya anticiparon que la emancipación y la democracia dependen de la preparación moral y cívica de la juventud para participar activamente en ella.
Tampoco es novedad que la política ecuatoriana atraviese momentos de crisis. Todos los medios de comunicación difunden acusaciones de corrupción y abusos del oficialismo y de éste a la oposición, lo cual incide en la perdida de la credibilidad en la niñez y juventud y entre los que confiamos en que la actividad política de unos y otros debe ser la herramienta para la transformación y el desarrollo de nuestro país.
Si bien anteriormente la Educación Cívica en la escuela fue abordada de manera central, el hecho de que en la actualidad no aparezca en el currículo no significa que se haya eliminado. En realidad, desde la reforma de la década del noventa se sugiere que muchos de sus contenidos, sobre todo los que se refieren a valores cívicos como el amor a la patria y el respeto a las instituciones, sean tratados de manera transversal a todas las actividades escolares.
Lo cierto es, que los jóvenes -que pronto serán nuestros gobernantes- muestran poco interés por la realidad nacional. Quizá una de las causas sea la alienación cultural a través de los medios de comunicación. Por ello, es imprescindible desde la escuela acercar nociones y conceptos de civismo, junto con generar espacios de análisis y reflexión sobre temas reales, los cuales deben ser parte explícita del proyecto educativo. Así se ayudaría a formar una generación crítica y propositiva  que tome parte de las discusiones que debemos tener como país.

viernes, 16 de enero de 2015

La importancia de la educación en valores para nuestra niñez y juventud



El gobierno nacional enfatiza que “el nuevo modelo de gestión y la inversión en la infraestructura” son la base del éxito de la revolución educativa. Sin embargo, hablar de éxito educativo nos obliga a hacer referencia a la calidad de la educación, y ésta no es posible si no incluye un modelo pedagógico que incluya la formación integral de la niñez y juventud, especialmente para el ejercicio de derechos y responsabilidades.
Si bien el rol de la escuela es importante en la educación de valores, lo es más el de la familia. Por ello, mientras profesores, padres y madres de familia seamos capaces de formar niños autónomos, responsables, solidarios y tolerantes, lograremos posicionarnos como formadores y a la vez tendremos la seguridad de mirarlos confiados de su bienestar y porvenir, salvaguardando así el derecho a la participación y a comprometernos con una educación de calidad para nuestros niños como también para la emancipación y liberación nacional.
En la actualidad la ciudadanía se queja de la poca práctica de valores por parte de los niños y jóvenes. Lo cierto es que en la práctica, la promoción de la educación en valores desde la escuela es poco clara, regularmente se encuentra en lo que se ha dado por denominar el currículo oculto, es decir en la mera intención formativa y ésta a su vez supeditada a los criterios particulares de los docentes. Por lo que, al permanecer oculta, se corre el riesgo de deformarla y atentar contra la calidad de la educación.
El desarrollo de la niñez como seres humanos debería ser armónico e integral, es decir, todos los aspectos que lo componen, lo cognitivo, afectivo, físico y social, puesto que si la educación sólo se centra en el aspecto cognitivo, descuidaríamos la formación de la personalidad y mañana careceríamos de bases para exigir un comportamiento ético en las actividades, políticas, económicas y culturales.
Finalmente, muchas veces no nos percatamos que somos parte de una maquinaria que funciona mal, porque no hacemos lo deberían de hacer. Por ello, para exigir la práctica de valores a los demás y en particular a los niños, es importante que nosotros mismos estemos apegados a lo que demandamos. Solamente así contribuiremos a la construcción de una sociedad más equitativa y solidaria.

jueves, 8 de enero de 2015

CONAIE: Símbolo de la resistencia contra el colonialismo



Se cumplen ocho años de la revolución ciudadana. Durante los últimos cuatro sus “lideres” han hecho gala de una política populista y a la par autoritaria. Ningún sector ha escapado a la sonrisa satírica y a la humillación de parte del Mashi Presidente por el sólo hecho de no uniformar su pensamiento del color de sus ideales, a quienes, cada sábado se los tilda como la mediocre partidocracia causante de la larga noche neoliberal.

Que se han realizado obras y obras sería inútil desconocer. Que se ha creado una elevada imagen reconocida en el ámbito internacional es cierto. Pero también lo es de tinte electoralista y con una fuerte alianza con los sectores de la burguesía y de la criticada partidocracia, que presuntamente son los que diseñan la política de corte presidencialista, revanchista y autoritaria, la cual es respaldada incondicionalmente por militantes y adherentes fanáticos que han inflado la burocracia estatal.

Que se anuncie el alza salarial a una parte del sector público y que luego se la derogue argumentando la caída de los precios del crudo, no creo que sea demasiado malo. Si lo es, que por revanchismo con parte de la dirigencia indígena se pretenda arrebatarles la casa de la CONAIE. Local al que la propia dirigencia de PAIS ha llegado precisamente a hacer proselitismo político, ellos han relevado en más de una ocasión la importancia de la lucha histórica de los pueblos originarios en el proceso de liberación nacional.

El relativo o exagerado éxito parece que a la par del precio del petróleo va en caída. Creo ha llegado hasta aquí. La alucinación revolucionaria los delata neo colonizadores capaces de despojar los derechos ancestrales de los pueblos y de eliminar cualquier obstáculo que pueda oponerse a su proyecto modernizador del estado capitalista.

El Gobierno a través de la  Ministra de Inclusión Económica Betty Tola de momento ha dado marcha atrás al abusivo anuncio del pasado 11 de diciembre. Quizá embriagados de confianza, no contaron con la unidad y firmeza del movimiento indígena para defender la casa y su organización, no tanto como un bien físico, sino como un espacio simbólico de lo que han representado sus luchas y resistencia milenaria contra el colonialismo para los pueblos y nacionalidades.

viernes, 2 de enero de 2015

La búsqueda del anhelado buen vivir

Iniciamos un año dejando atrás experiencias negativas y positivas para la sociedad ecuatoriana, para la sociedad lojana. La búsqueda del anhelado buen vivir a través del diálogo y de la creación de fuentes de trabajo debería ser la prioridad de los gobiernos nacional y local. Y como el buen vivir no es solo enunciados, los sectores populares –aunque debo reconocer con alto grado de miedo-, siguen exigiendo las inaplazables transformaciones sociales que se propagandizan durante las instrucciones sabáticas
Durante casi una década de “revolución ciudadana”, se han realizado varias obras de interés popular en el campo de la salud, educación, vialidad y quizá otros.., pero el modelo económico y social neoliberal, sigue intocable para la burguesía, oligarquía criolla y el capital extranjero, mientras que para las mayorías populares por el hecho de cuestionar y demandar su sustitución por otro modelo de justicia y equidad social, se les persigue y encarcela.
El régimen sociopolítico, autodenominado de “revolución ciudadana” expone su crisis. Las demostraciones de injusticia, privilegios, oportunismo, divisionismo, corrupción y ventajismo se evidencian cada vez más. Ejemplos sobran...
El primer mandatario se delata como el actor insustituible de su “revolución ciudadana” y del propósito de reelegirse. El “regalo de navidad” al movimiento indígena, al pretender arrebatarle la casa que en más de una ocasión le sirvió a él mismo para hacer proselitismo político, solamente evidencia el patrón revanchista de la ineptocracia camuflada en el gobierno.
Para entender que el buen vivir no puede ser la reelección de los responsables de la disminución de los derechos, el aumento de las desigualdades y la corruptocracia, es necesario entender, que no es posible sostener ninguna reforma y mucho menos una revolución al margen de los sectores populares que siguen clamando por mejorar sus condiciones materiales y humanas para vivir con dignidad.

Pero este estado de persecución y miedo no será eterno, el pueblo en el 2015 con unidad y lucha seguirá batallando por la construcción de una patria soberana donde impere la equidad, justicia y dignidad.