martes, 30 de septiembre de 2014

LOGROS DE LOS PUEBLOS INDIGENAS EN LA CONFERENCIA MUNDIAL PARA LOS PUEBLOS INDIGENAS



Por: Sisa Pacari Bacacela G. Vicepresidenta Nacional de UNE (Ecuador)

La declaración final de la Conferencia  Mundial sobre pueblos indígenas, celebrado del 23 al 26 de septiembre de 2014, en New York. Fue una ratificación de la Declaración de los Derechos de los pueblos indígenas. Los mismos que durante  7 años del gobierno de Correa han sido violados, en lo que se refiere a la “consulta previa e informada  antes de adoptar y  aplicar medidas administrativas o legislativas sobre  las situaciones que afectan directamente a las comunidades indígenas”, tales son los casos de la adjudicación de  grandes extensiones de territorio a las transnacionales mineras, madereras y petroleras; la desaparición del Sistema de Educación Intercultural Bilingüe y sus instituciones, la desaparición de CODENPE, etc… En este sentido la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los Pueblos Indígenas son solo cartas de buenas intenciones; algo así como un deber moral  pero no son vinculantes por lo que los estados han hecho caso omiso.
El documento de la Conferencia Mundial compromete  algunos aspectos como el asegurar la igualdad  de acceso a  la educación y a la salud; intensificar esfuerzos para prevenir y eliminar la discriminación, así como el empoderamiento de las mujeres indígenas, el empoderamiento y desarrollo de capacidades de los jóvenes, (No 15).
Existe un compromiso de los representantes de los estados miembros,  a “adoptar, en consulta y cooperación con los pueblos indígenas, medidas apropiadas a nivel nacional. Incluidas medidas legislativas y de política, para alcanzar los fines de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos  de los Pueblos Indígenas y promover que se conozca entre todos los sectores  de la sociedad, incluidos los integrantes de los órganos legislativos, el poder judicial y la administración pública” (Declaración 7). Serán capaces los asambleístas de Alianza País conocer  estos derechos, que lo han venido violando constantemente?
En cuanto a los avances de la conferencia mundial se: reconocen a las instituciones de justicia de los pueblos indígenas que contribuyen  de manera positiva a dar acceso a la justica y para resolver las controversias  fomentan las relaciones armoniosas en el seno de las comunidades indígenas y en la sociedad (No 16); y a los conocimientos y estrategias para conservar su entorno “Confirmamos que los conocimientos y estrategias de los pueblos indígenas para conservar su entorno han de respetarse y tenerse en cuenta cuando definamos los enfoques nacionales e internacionales para mitigar el cambio climático”.
El documento hace relación también a la intención de tener presente los derechos de los pueblos indígenas en todo el sistema de Naciones Unidas, y a incrementar la participación de los pueblos y organizaciones en el mismo. Además menciona el compromiso de tener en cuenta los derechos de los pueblos indígenas en la agenda de Desarrollo post 2015; tema en el cual  venía insistiendo Victoria Tauli- Corpus, relatora especial de las Naciones Unidas sobre derechos de pueblos indígenas. Todos estos aspectos son logros importantes. 
En cuanto al derecho de los pueblos indígenas a la educación bilingüe, el numeral 11 ratifica  el compromiso de: “asegurar la igualdad de acceso a una educación de alta calidad que reconozca la diversidad de la cultura de los pueblos indígenas y a la salud […] Nos proponemos empoderar a los pueblos indígenas para que lleven adelante esos programas”.
No obstante el numeral 23 del documento señala “Nos proponemos trabajar con los pueblos indígenas sobre proyectos  de desarrollo relacionado con  actividades  de extracción minera”, cuando  hubiese sido  importante que la ONU enfatice diciendo “nos comprometemos”.  Esto quiere decir que las Naciones Unidas no se comprometen a nada que  afecte a los grandes proyectos de las transnacionales., por tanto los gobiernos continuarán dando prioridades a las mineras y similares sobre derechos de  los pueblos indígenas.
Concluyendo, los  pueblos indígenas, tenemos tres instrumentos internacionales para ejercer nuestros derechos: el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (que sí es vinculante), la Declaración de Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas y, ahora, el Documento final de la reunión plenaria de alto nivel de la Asamblea General conocida como Conferencia Mundial sobre los Pueblos Indígenas. Esperamos que los gobiernos lo cumplan y no se continúe violando  nuestros derechos.
Nuestro país, es muy diverso en riqueza cultural; existen 14 pueblos  y nacionalidades con igual número de lenguas y que, representa, el 7% de la población total. Sin embargo esta riqueza cultural que nos caracteriza contrasta con la pérdida de identidad cultural y lingüística, con la pérdida de tierras y territorios ancestrales,  con la pobreza y las condiciones sociales en que viven los pueblos indígenas.
La desigualdad, injusticia y discriminación contra los pueblos indígenas aún es una realidad lacerante, por lo que hacemos un llamado a las instituciones públicas, a los funcionarios del gobierno y a la sociedad a erradicar estas prácticas y fortalecer la cooperación internacional con acciones  concretas al interior de cada país.
Hoy el estado ecuatoriano, teóricamente, cuenta con una política transversal enfocada  en el buen vivir, no obstante no existe una política agraria de redistribución de tierras, el mejoramiento de la calidad de vida y las  oportunidades para los pueblos indígenas no ha cambiado; las políticas del régimen de Correa han afectado seriamente a los pueblos indígenas y sus organizaciones.
Es importante resaltar que para Ecuador, América Latina y el Caribe “la cuestión indígena está en las raíces de nuestras identidades y nuestras circunstancias históricas, sociales y políticas”.
Así queda manifestado que las cuestiones indígenas deben ser parte indispensable en el direccionamiento de la política y en la economía,  ya que los pueblos indígenas representamos la historia que da sentido a las sociedades, valores y costumbres. Las comunidades indígenas  somos testigos vivientes de la historia. Estuvimos en el pasado y estaremos en el futuro.
Nos queda romper el silencio, hermanos y hermanas,  con las piernas bien firmes en la tierra que nos vio nacer, con la cabeza erguida, la mente fría y nuestro corazón con sangre roja hirviente, rebeldes como siempre continuar en la lucha hasta cumplir los legítimos anhelos de justicia social e histórica de una verdadera transformación social. Nuestra lucha de hoy es la misma de hace 523 años que abanderó Micaela Bastidas, Bartolina Sisa, Túpac Amaru, Fernando Daquilema, Manuelita León, Dolores Cacuango, Tránsito Amaguaña y otros héroes y heroínas.
SHUK SHUNKULLA, SHUK YUYAYLLA, SHUK MAKILLA, RUNA KASHPAKA KANA KANCHIK.


viernes, 26 de septiembre de 2014

A propósito del Día de la Bandera Nacional: Respeto a nuestros símbolos patrios



Con ocasión del Día del Federalismo, la Municipalidad del cantón Loja, dispuso a los lojanos “izar la bandera no importa si la Nacional o la de Loja, quienes no lo hagan serían sancionados de forma pecuniaria”.  ¡Así fomentamos el civismo!

No me sorprende si sabemos o no el significado del federalismo instaurado por Carrión Pinzano, porque igualmente ignoramos el significado de otros acontecimientos históricos que deben recordarse para reafirmar nuestra identidad.
Preocupante es que las instituciones públicas en fechas cívicas izan la bandera con  programaciones “llenas de civismo”; sin embargo en la mayoría de éstas, se olvidan de arriarla. Más preocupante aún es, que nuestro lábaro patrio permanece a la intemperie durante días y hasta meses luego de haber cesado la razón por la que se la izó. Por ejemplo, en hoteles y otros negocios flamean banderas descoloridas que seguramente fueron brillantes hace algunos años.

Una colega docente comenta que “no sabe por qué no se sanciona esto”. Me molesta más el desgano con el que muchas veces se canta el himno nacional en escuelas y actos públicos; quizá porque guardo en la memoria los tiempos de la infancia en que el profesor Pacheco nos hablaba del porqué de la marcha patriota, para hacernos encontrar la energía que llevaba cantarla, o por los buenos recuerdos de aquella época escolar en la que nos disputábamos la posibilidad de portar la bandera.

Está claro que el respeto por los símbolos no se reduce a los actos formales, que es algo mucho más hondo, más personal. Hablo de no ponerse de pie o no detener la marcha ante el himno o la bandera, de instituciones públicas que se olvidan de bajarla al anochecer o cuando llueve. Hablo de nuestro escudo cuyo Cóndor está al borde de la extinción. Hablo también de la torpeza de quienes dañan monumentos dedicados a los próceres que entregaron su vida por legarnos una patria emancipada

Hoy me es difícil asimilar la irreverencia que muestra la niñez, la juventud y algunos adultos hacia nuestros símbolos patrios y la indolencia con la que a veces lo contemplamos sin hacer nada al respecto.

jueves, 18 de septiembre de 2014

El Sumak Kawsay, en el sentido dado por los pueblos originarios


Reiteradamente en los discursos oficiales se dice que la revolución ciudadana no es una época de cambios sino un cambio de época orientado a promover las políticas públicas con la participación ciudadana para alcanzar el anhelado buen vivir.
El Buen Vivir o Sumak Kawsay en el sentido dado por los pueblos originarios, es ampliar las oportunidades para que los ciudadanos y las comunidades podamos construir la patria nueva, esa patria que garantice los derechos plasmados en la Constitución y, no solamente que busque el bienestar auspiciado por la sociedad capitalista.
Si bien las revoluciones se hacen con ciudadanos, estas no son ciudadanas sino sociales; no son discursivas sino vivenciales. Porque no sólo debe producir y distribuir bienes y servicios materiales sino también generar nuevas relaciones sociales y nuevas opciones de vida diversas del caduco paradigma capitalista posesivo e individualista.
Una revolución social implica ir más allá de la reacción ante los problemas inmediatos por graves que estos sean. Por ejemplo, el problema de los precios -y no solamente del transporte urbano- no está en que estos se aumenten o no; hay que tener claro que con las reglas de la economía capitalista, es imposible lograr un sistema de precios justos.
La revolución social implica la confrontación entre los intereses de las clases hegemónicas y de los trabajadores, implica una lucha contra el dominio del mercado capitalista. La revolución social no es un nicho dentro del sistema capitalista, sino el cambio de su contexto.
La revolución ciudadana o al menos el cambio de época debe ser la convergencia flexible de las organizaciones sociales, en torno a los aprendizajes aún dispersos de la diversidad de experiencias de lucha popular en contra del desarrollo desigual y excluyente que impactan con dureza en los sectores más pobres.
Si el objetivo de la revolución ciudadana aun es la búsqueda del estado de bienestar, quizá esté caminando hacia allá; pero si es el sumak kausay y la construcción de una sociedad soberana y equitativa, no. No se puede llegar con contramarchas, persiguiendo a los trabajadores y líderes populares, menos aun criminalizando la protesta social.

martes, 16 de septiembre de 2014

Escuela y comunidad.


Parece que hemos olvidado los tiempos en los que la comunidad era parte de la escuela, me refiero de manera particular, a la escuela rural. En ellas la participación de la comunidad constituía un elemento fundamental en el desempeño de su trabajo, en los objetivos y logros que se podían obtener en beneficio de la niñez. Por eso es fundamental tener presente, que la participación social recíproca entre escuela y comunidad, a más de garantizar el buen desempeño de la escuela, ofrecerá las mejores condiciones para el desarrollo del trabajo comunitario.
La principal ventaja de la escuela, de cualquier escuela rural, es la fraternidad y solidaridad de los padres de familia, todos o casi todos pertenecen a los entornos de la comunidad, pocas veces se incorporan otros miembros, quizá el médico, los servidores, públicos y el propio profesor o profesora rural. El nivel socioeconómico y cultural de los padres de familia puede catalogarse como medio bajo y bajo, este es un factor de unidad para que todos los miembros de la comunidad se organicen con la finalidad de gestionar diversos servicios ante las instituciones gubernamentales, gestiones que conlleven a solucionar la problemática local, el adelanto de la escuela y el mejoramiento de las condiciones de vida de la población. 
Con toda certeza podría asegurarse que hasta antes de los años dos mil, el profesor o profesora junto a delegaciones de padres de familia y de la comunidad, eran quienes se encargaban de tales gestiones. Sin embargo, bajo el pretexto de la rectoría del sistema educativo por parte del Ministerio de Educación, se quitó a los municipios la competencia de apoyar a las escuelas, que tradicionalmente habían contado con el apoyo de las autoridades del municipio para poder sufragar necesidades pequeñas y básicas de la escuela, ya que de los gobiernos de turno, del poder central las contrapartidas tardaban o no llegaban jamás. Al parecer desde la perspectiva de los pobladores y de los propios profesores rurales, la cuestión política de la administración nacional y seccional de turno, es determinante en la relación con la escuela, por tanto, de esa relación depende también el otorgamiento de recursos. En la actualidad los profesores y directivos de las escuelas rurales y principalmente de las escuelas citadinas acuden a los padres de familia, para exprimirle sus bolsillos y extraerle recursos económicos bajo la disculpa de mejorar las condiciones de infraestructura y didáctica ticas para la enseñanza de sus hijos. Sin embargo nunca por temor o por comodidad, exigen como se debe a los gobernantes de turno y al propio Ministerio de Educación, que se jacta de manera proselitista de apoyar la educación. Eso sí son oportunos para prestarse a acudir con los estudiantes a ser parte del montón que escuchan los discursos neo revolucionarios del Presidente Correa y sus consecuentes. 
Finalmente, es hora que desde la legislatura, a sabiendas del valor de la participación social, se trabaje para el fortalecimiento de las relaciones mutuas entre la escuela, comunidad y organismos locales, de manera principal en el sector rural, la Ley debe conceder facilidades para que la escuela realice actividades en la comunidad a cambio de obtener recursos económicos, tales como obras civiles, programaciones artístico culturales y deportivas.