miércoles, 18 de agosto de 2010

LA TÁCTICA DE LA REVOLUCIÓN CIUDADANA ES UN REGRESO A LA GUERRA FRÍA CONTRA LOS SECTORES DE IZQUIERDA, LOS DIRIGENTES POPULARES Y EL MOVIMIENTO INDÍGENA, PERO CON UNA APARIENCIA “MÁS REFINADA”


Así como la doctrina de seguridad global de moda insiste en lo de células dormidas de insurgentes que pueden reactivarse en cualquier parte, el neoliberalismo en el Ecuador de pronto se reactiva a la luz pública y con evidente apoyo mediático. Sin embargo, detrás de la euforia hay un evidente error estratégico de quiénes lo impulsan.
El acusar públicamente a los sectores de izquierda, a los dirigentes sindicales y al movimiento indígena, de tener vínculos con las FARC de Colombia, más allá del rótulo de terrorista que se le asigna, es un error estratégico mayor. Esto es porque vincula explícitamente al sector que precisamente lo llevó al poder, a los sectores cuyas doctrinas y expresión pública son las de proteger el derecho de los trabajadores, con las medidas extremas que representan las FARC de Colombia.
Hay torpeza y falta de tino a la vez, en escoger esa estrategia de estigmatizar a los sectores de izquierda y al movimiento indígena en medio de la crisis social e inseguridad ciudadana en donde lo único que se exhibe con claridad es la precariedad del sistema económico y del estado.
Todos los días y en todo el país a la par del crecimiento de la burocracia de la revolución ciudadana, crece la criminalidad, la falta de empleo y el descontento popular, es una tragedia social que el gobierno no alcanza si quiera a entenderla mucho menos a resolverla, el gobierno enfrenta además una crisis de credibilidad y de manejo, utilizando abusivamente los medios de comunicación para desprestigiar y culpar a las anteriores administraciones, olvidando el hecho de que ya camina para el cuarto año entre comillas de gobierno revolucionario.
Con todo, el gobierno también ha iniciado una razzia contra grupos de supuestos terroristas en una política de demostrar que la mano en el control ciudadano ha cambiado. El Presidente Correa que llego al poder con un amplio respaldo popular impulsado por los sectores de izquierda, los movimientos sociales, los gremios y el movimiento indígena, hoy por hoy se ha declarado no ser ni antiimperialista ni capitalista, pero en la práctica su gobierno ha dado un viraje a la derecha y extrema derecha bajo un rótulo de revolución ciudadana, siendo que lo de revolución ciudadana no es más que el título proselitista y demagógico.
Desde cualquier lado que se analice, El gobierno del presidente Correa es de derecha y ahora más aún cuando inicia una campaña para estigmatizar a los sectores de izquierda, a los dirigentes sindicales, al movimiento indígena y a todo aquel que no se deja uniformar del pensamiento oficial, claramente el gobierno con los representantes de la derecha pretenden desprestigiar a la oposición y así garantizar su permanencia en el poder a través de futuros eventos eleccionarios.
Todo ocurre en extraña sincronía con una acumulación de sucesos relacionados con los DDHH, manifestados en el tratamiento del estado a los sectores populares así como a los pueblos y nacionalidades, con la cuestionada  aprobación de leyes y la tardanza de otras como la Ley de Aguas, La Ley Orgánica de Educación.., y con un sistema de seguridad social  que viene funcionando bajo condiciones muy precarias.
La política es el arte también de manejar las coincidencias, los accidentes y el azar de la coyuntura, y esto es precisamente lo que menos han aprendido los revolucionarios verdeagüita, por tanto la estrategia de desprestigiar a los sectores de izquierda, a los dirigentes sindicales y al movimiento indígena en medio de la tragedia social que vive la mayoría del pueblo ecuatoriano, a la cual lejos de generarles fuentes de trabajo se le ofrece limosna, revela su incapacidad de solucionar los problemas sociales e impulsar el verdadero cambio por el cual apostamos una mayoría de ecuatorianos y ecuatorianas.
Seguramente la receta de Alexis Mera presunto servidor de CIA desde el Gobierno de Febres Cordero, hoy recomienda que a los de sectores de izquierda, a los dirigentes sindicales y al movimiento indígena hay que combatirlo porque tienen  “esa seducción para articular descontentos sociales y de allí empalmar con el clima de insurgencia” que se construye. “La desactivación de voces con credibilidad y legitimidad es el comienzo de una lucha que es larga contra los que propagan el marxismo…”.  Es decir la táctica de la revolución ciudadana es un regreso a la guerra fría clásica, pero con una apariencia “más refinada”.

lunes, 9 de agosto de 2010

10 DE AGOSTO DE 1809

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NACE LA PATRIA DE EUGENIO ESPEJO
El imperio español de finales del siglo xviii, era un imperio con pies de barro, la crisis era incontenible y cada vez más calamitosa. La nobleza crecía, “vale decir los parásitos” que nada aportaban a la nación y que se sostenían gracias al trabajo de una inmensa masa de campesinos desheredados. La Iglesia y la nobleza eran dueñas del 80 por ciento de la tierra.
Por la época, irrumpía la burguesía y las clases populares influenciadas poa la Revolución Francesa y la independencia de Norteamérica acaudillada por hombres de pensamiento liberal y progresista.
Mientras tanto en nuestra América la resistencia al poder colonialista español proseguía sin descanso. El descontento popular y la lucha fueron creciendo proporcionalmente a los abusos del colonizador. El poder despótico de la monarquía se manifestaba a través de una burocracia peninsular que en nada consideraba a los pobladores nativos.
Es así que la población criolla, más allá de las clases sociales, comienza a conspirar contra el poder peninsular. En esa dirección, se alza majestuosa la figura del quiteño Francisco Javier Eugenio de Santa Cruz y Espejo, que si bien ya había muerto para esa fecha, fue el verdadero autor intelectual de la insurrección del 10 de agosto de 1809.
Seguramente que una de las primeras manifestaciones de protesta popular que se dio en Quito, fue la llamada “Revolución de las Alcabalas”. Pero también hubo otras, como aquella ocasionada por la imposición del Estanco de aguardiente y la Aduana para los víveres, que se hizo bajo la consigna de “¡Mueran los chapetones y abajo el mal gobierno!”. Asimismo no podemos desconocer las insurrecciones indígenas que culminan en el gran levantamiento de Túpac Amaru, conmocionando a gran parte de los tres virreinatos sudamericanos.
La invasión napoleónica a España fue sin duda el detonante del proceso emancipador. Cuando los cien mil soldados del general Murat invaden España, la nobleza española capitula sin ninguna resistencia. Ante el nuevo rey extranjero, José Bonaparte, se inclinan tanto la aristocracia hispánica como muchos liberales afrancesados. Solo el pueblo se levanta en armas en una heroica guerra de liberación nacional, que será escuela también para muchos patriotas americanos, entre otros, el ecuatoriano Carlos Montúfar y el rioplatense José de San Martín. “El poder del rey había caducado”.
En América, en consecuencia, y tras tres siglos de abusos y arbitrariedades por parte de los peninsulares, se abría la posibilidad de conformar gobiernos propios, rescatando la soberanía, que recaía en el pueblo ante la ausencia del rey.
Así lo entendieron los patriotas quiteños, quienes sin perder tiempo y bajo la influencia de las enseñanzas de Eugenio Espejo, comenzaron a conspirar. Tras varios sucesos de dimes y diretes, en la noche del 9 de agosto de 1809, se levantó la enérgica voz de una patriota como pocas, Manuela Cañizares, quien increpando a los conspiradores dijo: "¡Cobardes… hombres nacidos para la servidumbre! ¿De qué tenéis miedo…? ¡No hay tiempo que perder…!". Y esta mujer, prócer de la emancipación, decidió así a los patriotas para que asumieran su responsabilidad.  
El 10 de agosto, se comunicaba al presidente de la Audiencia que su mandato había caducado. Avanzada ya la mañana queda constituida la Junta Suprema de Gobierno cuya presidencia asumía Juan Pío Montufar, Marques de Selva Alegre. Se desconoció así al gobierno español instalándose un aparato gubernativo integrado exclusivamente por criollos americanos.
La historia posterior es bien conocida por todos. La reacción peninsular no se hizo esperar. Tropas realistas movilizadas desde Nueva Granada y Perú hicieron deponer la Junta criolla. Detenciones masivas de patriotas culminaron en la espantosa matanza del 2 de agosto de 1810.
Más la gesta del 10 de agosto fue el inicio de la guerra por la independencia ¡Gloria a aquellos patriotas que con su vida señalaron el camino de una Patria justa, libre y soberana! 

miércoles, 4 de agosto de 2010

66 AÑOS DE UNIDAD Y LUCHA CUMPLE LA GLORIOSA UNE


La UNE tiene una historia construida con la participación valiente de  miles de maestros y maestras que  han afirmado su convicción profesional vinculándola a las necesidades sociales y al anhelo de cambio de los pueblos oprimidos que luchan por su emancipación. 
Este 4 de agosto corren 66 años de unidad y lucha, en la que hemos enfrentado a gobiernos dictatoriales, civiles y militares, antidemocráticos que han pretendido dividir, ilegalizar y destruir a la UNE, culpándola de la crisis de la educación generada por los gobiernos de turno de la derecha y sus ministros.
En este despropósito la Dictadura Militar la ilegalizó en 1976; La Democracia Popular en contubernio con la CIA organizaron la FETEC; Alfredo Vera Arrata de la Izquierda Democrática, como Ministro de Educación pretendió disolverla a través de la suspensión de las alícuotas sindicales; Igual ensayo fue impulsado por Abdala Bucaram y su Ministra Sandra Correa. Frente  a estos y otros intentos LA UNE HA SALIDO AIROSA. Estas acciones antidemocráticas no pasaron, fueron obras de los gobiernos del pasado, reaccionarios y neoliberales, de la oligarquía. 
Durante estos años los maestros y maestras hemos estado resistiendo, enfrentando, combatiendo y arrebatándole al neoliberalismo, la vigencia de la Educación Pública en contra de la municipalización y privatización, la estabilidad, las conquistas salariales para el Magisterio Nacional, fortaleciendo la unidad con los sectores sociales y  populares,   defendiendo la soberanía nacional. Hoy no vamos a permitir que luego de 66 años el Gobierno de la Revolución Ciudadana del Presidente Rafael Correa, pretenda desconocer y pisotear nuestra historia de unidad y lucha, El Presidente Correa y sus adláteres olvidan que las organizaciones nacen por la necesidad de defender sus derechos y no para ser serviles de nadie ni de ningún gobierno.

Los maestros y maestras no hemos aprendido  la “geometría de doblar las rodillas ante nadie”. Con las enseñanzas de Montalvo y Alfaro y con el ejemplo de cientos y miles de maestros luchadores, unionistas convencidos; por el contrario los maestros y maestras sabemos que las cadenas de la esclavitud, pero no irrompibles.
Los maestros y maestras rememorando nuestra tradición de organización y lucha, hemos decidido fortalecer nuestra gloriosa UNE, reafirmando nuestra condición de unionistas y pagando voluntariamente nuestro aporte gremial para decir con orgullo: 
¡¡¡Soy Maestro/a Soy de la UNE!!!

lunes, 2 de agosto de 2010

La Masacre del 2 de Agosto de 1810


Un día resucitará la patria; pero los que fomentarán su aliento y los que tratarán de mantenerla con vida, sin duda no serán los que habiendo pasado las tres partes de sus años en pequeñeces, no están para aplicar sus facultades a estudios desconocidos y prolijos: serán esos muchachos que hoy frecuentan las escuelas con empeño y estudiosidad. En ellos renacerán las costumbres, las letras y ese fuego de amor patriótico, que constituye la esencia moral del cuerpo político.   Eugenio Espejo

Fue el 2 de Agosto de 1810. Poco antes (ocho días) de que se cumpla el primer año del intento libertario del 10 de Agosto de 1809, gestado por un grupo de patriotas que intentaron por vez primera lograr la independencia del pueblo quiteño de la dominación española que venía sojuzgándolos de manera implacable.
Los ideales libertarios de ese pro hombre americano protagonista de la independencia, Dr. Eugenio Francisco Xavier de Santa Cruz y Espejo, habían caído en el surco de una tierra fértil que termino dando el fruto de la ansiada libertad.
Esta acción sangrienta convirtió en mártires de nuestra libertad a un grupo de patriotas encabezados por Manuel Rodríguez; Juan de Dios Morales, Juan Salinas, José de Ascázubi, José Riofrío, Juan Pablo Arenas, Juan Larrea y otros, que según los cronistas llegaron a los 300, no prosperando la fatal cuenta gracias a la intermediación del obispo José Cuero y Caicedo, que logró finalmente detener la matanza.
Es un imperativo sensible para todos los que somos legatarios de este enorme sacrificio de los mártires del 2 de agosto de 1810, revivir con el pensamiento y la acción esta muestra grande de patriotismo, el sacrificio de estos héroes nos alienta e impulsa a luchar por un mejor bienestar social y económico, cultural y material para nuestros pueblos, enmendando los errores y buscando una solución mejor que esté a tono con las necesidades de los ciudadanos.
La traición de Ruíz de Castilla que provocó la ira justificada del pueblo en forma unánime nos recuerda que debemos servir con patriotismo, sin ambages y acomodos personales a nuestro pueblo y el esfuerzo de cada uno de nosotros por la grandeza de la Patria, nos hará vencer. Pues la traición solo merece desprecio, indiferencia y repudio a quienes la protagonizan con astucia, esto también sucederá con quienes nos engañan y traicionan hoy, como son los actuales asambleístas.